domingo, 29 de abril de 2018

En Lag Ba'Omer aumenta la alegría



Desde la noche del próximo miércoles y durante todo el jueves festejamos Lag Ba'Omer, un día de alegría en honor del tanaita Rabí Shimon Bar Yojai, de Bendita Memoria. Llegados a esta fecha se cumplen los 33 días de la cuenta del Omer o Shefirat Ha’Omer. Este año, 5778, acaece Lag  Ba’Omer el 18 de Iyar; es decir, el jueves, 3 de mayo.
Como es sabido, el día de Lag Ba’Omer conmemora la desaparición física de Rabí Shimon Bar Yojai. Sin embargo, el afamado erudito autor de la obra Shoel Umeshib se pregunta por qué si conmemoramos la muerte del gran tanaíta lo hacemos alegrándonos, según se indica en el estudio que realiza Halacha Yomit. Pero en las responsas rabínicas Shem Arie escribe que el motivo por el cual nos alegramos este día es, según escribe el Talmud (Shabbat 33b), que el imperio romano había decretado la pena de muerte sobre Rabí Shimon Bar Yojai y milagrosamente pudo escapar de la espada malvada de los romanos, por ello debemos alegrarnos el día en que falleció como cualquier otro ser humano y no asesinado por los malvados, reconocemos el milagro divino que lo protegió.
En cuanto a la afirmación de que Rabí Shimon Bar Yojai falleció el día de Lag Ba’Omer, escribe el Hid”a que en realidad no falleció el día de Lag Ba’Omer, es un error afirmar esto. Y demuestra su afirmación citando los escritos de Rabí Shemuel Vital z”l quien se explaya explicando los motivos ocultos de los días del Omer y especialmente de Lag Ba’Omer y en ningún momento cita que este día falleció Rabí Shimon Bar Yojai. Por ello, escribe que la alegría que embarga éste día es básicamente debida a que Rabí Akivá comenzó a enseñar a sus nuevos cinco alumnos quienes volvieron a difundir la Torá en el mundo, lo cual continúa aún en la actualidad alimentando nuestras vidas.

Algunos suelen visitar la tumba del tanaíta Rabí Shimon Bar Yojai  en este día y dedicarse allí a la lectura de los Tehilim –Salmos- y orar. Y ya dijeron nuestros sabios (Baba Batra 78b) sobre el versículo: “Venid a las cuentas…”  venid a las cuentas del mundo, el perjuicio que ocasiona un precepto ante su recompensa, y el beneficio de un pecado ante la pérdida que crea. O sea, que cada persona debe recapacitar y analizar sus acciones y si estas son aceptadas por el Eterno. Por ello el día de Lag Baomer es apropiado visitar la tumba de los grandes justos para que ello nos ayude a determinar la propiedad de nuestro proceder.
En la obra Sede Hemed  escribe que  el día de Lag Ba’ Omer fueron revelados secretos ocultos de la Torá por medio de Rabí Shimon Bar Yojai y por ello nos alegramos este día, y cita que lo mismo afirmaron los eruditos de la ciudad de Tiberias respecto a este día.
Escribe Rabbenu Hayim Vital z”l (s. XVI) que vio a su maestro, el sagrado Ari z”l visitar la tumba de Rabí Shimon Bar Yojai y su hijo Rabí Eleazar el día de Lag Ba’Omer y permaneció allí con su familia por tres días, esto ocurrió en su primera visita desde Egipto (pues el Ari z”l quedó huérfano de padre y fue con su madre a vivir con su tío en Egipto), sin embargo no se –escribe Rabbenu Hayim- si el Ari z”l ya había alcanzado la inmensa sabiduría que posteriormente alcanzó. El gran rabino Yehonatán Sagues ( z”l ) que antes de ir a estudiar con el Ari z”l, este llevó a su hijo pequeño de tres años junto a toda la familia y allí le cortó el cabello como era costumbre hacerlo y dedicaron aquel día a comer y alegrarse. Continúa escribiendo Rabbenu  Hayim Vital (z”l) que escribió todo esto para señalar que existen fundamentos para esta costumbre.
El gran erudito Rabí Yona Nabon z”l (maestro del gran Hid”a, quien a decir de su alumno no dejó otro comentarista tan ilustrado como él y era considerado uno de los más grandes sabios y cabalistas de Jerusalén y falleció tempranamente a la edad de 47 años, el año 1760) escribió que en la ciudad de Jerusalem se acostumbraba a incrementar alegría el día en que se corta por primera vez el cabello al niño, como demostración de cariño al precepto de no rasurar los lados –parietales- de la cabeza, por lo que le dejan al niño las “peot”, como dice el vers. “No rasuraréis los lados de vuestras cabezas”.
Sea voluntad que el mérito del gran Rabí Shimon bar Yojai y su hijo Rabí Eleazar no acompañe a nosotros y a todo el pueblo de Israel, y ameritemos retornar en Teshuba y presenciar la llegada del ansiado Mashiaj pronto en nuestros días, Amen.
Fuente: Halacha Yomit.