Lectura de la Torá para Shabat, 17 de Tamuz de 5776*
Shabat, 23 de julio
de 2016
Parashat Balak*
Bamidbar 22:2-25:9
Haftará: Miqueas 5:6-6:8
En esta parashat se nos narra el intento de Balak de destruir al pueblo de Israel y cómo sabe que no lo conseguirá mediante la guerra porque D-s está con Israel. Así pues, recurre luego a Bilam, profeta de los gentiles que alcanzó el mismo grado de sabiduría y profecía que Moisés. Balak entendía, que por ello podría maldecir al pueblo elegido, en el preciso momento que existe en cada día, que todos ignoraban pero que sólo Bilam conocía. Según explica Jack Suli, “hay un instante en el día que todo aquello que se pide se cumple… Y Bilam sabedor de todo ello lo intentó”.
Cabe preguntarse por qué D-s concedió la profecía a un malvado. La respuesta
reside en que el Todopoderoso, demostrando Su equidad, de la misma manera que
dio a Moisés como profeta de Israel, así también lo dio a Bilam como profeta de
los gentiles.
Cuando Bilam intentó maldecir al pueblo, brotaron de su boca dulces palabras
pues el pueblo de Israel es el bendecido, ya que D-s le dijo a Abraham: “Y te
haré por un pueblo grande y te bendeciré y engrandeceré tu nombre y será
bendición”.
Suli escribe que “fue así que, entre otras cosas, Bilam expresó:-He aquí un
pueblo que solo habitará y entre las naciones no será considerado-. Este aserto
parece cumplirse a carta cabal a través de la historia y es de actualidad en esta
época. En cada momento histórico queda evidente la soledad del pueblo de Israel
entre las naciones del mundo.
Por otro lado, cuando Bilam nota el recato que reinaba en el pueblo de Israel,
dado que las carpas se daban la espalda entre sí, expresó: “Cuan hermosas son
tus carpas Yaakov, tus moradas Israel”.
Jack Suli saca a colación un hecho significativo. Sucedió cierta vez-narra-que
unos eruditos de la Ley Divina, en vísperas de Shabat, terminaban de
purificarse con el baño ritual, cuando advirtieron que frente a ellos venían
unos gentiles, que al ver a los eruditos expresaron: “Crucemos a la otra vereda
para no impurificarnos con éstos”. Agobiados por lo que habían pasado, se
dirigieron a su maestro contándole lo acontecido. El maestro se echó a reír y les
acotó: “deberían estar contentos, ya que con eso se cumple-he aquí un pueblo
que solo habita y entre los gentiles no será considerado”. Ellos ayudaron con
este acto a que se cumpliera en ustedes este versículo.
Coligo con Jack Suli en que “el pueblo de Israel deberá mantener siempre la
pureza de sus ideales, resguardando su cultura y, por ende, sus valores. A
nosotros nos toca decidir morar a solas y “ser”. Ser lo que hemos prometido y
haremos prometer a la generación siguiente para mantenernos firmes en nuestros
ideales sin que nada n nadie haga doblegar la esencia de esa chispa que se
mantiene dentro de cada judío, en la esencia misma de cada hebreo.
*Ayuno aplazado.
*En Israel se lee la parashat Pinjas.