35 (1) Y Moisés reunió a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: “Estas son las cosas que ordenó hacer el Eterno: (2) Seis días trabajarás y en el séptimo descansarás, pues será día santo, es decir, dedicado al Eterno. Todo el que haga un trabajo ese día será muerto. (3) No encenderéis fuego en vuestras moradas en Sábado”.
(4)
Y le dijo Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel: “Esto es lo que
ordenó el Eterno: (5) Brindad vuestra ofrenda al Eterno. Todo hombre de corazón
generoso traerá la ofrenda al Eterno. Oro, plata y cobre bruñido; (6) tejidos
teñidos de celeste, púrpura y carmesí; lino fino, pelo de cabra, (7) pieles de
carnero teñidas de rojo, cuero de tejones y madera de acacia; (8) y piedras de
ónice y piedras de engarce para el efod y para el pectoral…
En
esta parashat Vaiak-hel (Shemot 35:1-40:38; Haftará Reyes 1/7:13-7:26) se nos
narra la inauguración del Mishkán o Tabernáculo en el desierto. Ya había
transcurrido casi un año desde la salida de Egipto y con las donaciones de cada
uno de los hijos de Israel y la dirección arquitectónica de Betsalel y Aholiav,
se termina la obra. Corresponde a Moshé supervisar y bendecir dicho trabajo, de
tal suerte que la belleza de la construcción no quedara en la simple
apariencia, y que su dimensión espiritual quedara garantizada.