Shabat, 16 de Av 5776
Shabat, 20 de agosto de
2016
Shabat Najamú
Parashat Vaet-janan
Devarim 3:23-7:11
Haftará: Isaías 40:1-26
Este Shabat leemos la parashat Vaet-janan (“Y le supliqué al Eterno…”). En relación con el primer versículo de esta porción semanal se conviene en señalar que existen 10 modos de rezar a D-s. Cada una de estas maneras expresa un sentimiento, un estado de ánimo y una expectativa distinta. Estas diez formas de dirigirnos a D-s son las siguientes: clamor, rogar, acudir, gemir, rezar, cantar, insistir, apelar, postrarse y suplicar. Esta última expresión, según escribe el rabí Mordejai Babor, “manifiesta una petición de gracia, aunque sea inmerecida. Y esto lo intentó Moshé en última instancia, implorando a D-s que lo indultara”.
Por su parte, el Midrash
señala que Moshé realizó 515 rezos, por los que pedía a D-s que lo dejara
entrar en la Tierra de Israel. Sin embargo, el Eterno le ordena que no siga
insistiendo.
Inmutable y eterna
En otro orden de cosas, en
esta parashat se alude a los Diez Mandamientos, al cumplimiento de la Tora, de
todos sus preceptos y se advierte que la Torá es invariable e inmutable, que no
se puede reducir ni ampliar. Es decir que no se pueden agregar ni quitar de sus
613 preceptos o mitzvot (365 negativos y 248 positivos). Viene al caso uno de
los 13 principios de la Fe, que señala que “D-s no cambiará ni trocará su ley
sustituyéndola por otra”.
Los Diez Mandamientos
representan una síntesis de la ideología judía y constituyen la base de la
Civilización Humana. Constan de 620 letras alusivas a los 613 preceptos
básicos, más los siete que los sabios de Israel
instituyeron más tarde.