Este Shabat se inicia la lectura del tercer libro de la Torá, Vayikrá, cuyo primer capítulo se refiere a todo lo concerniente a las ofrendas, su observancia y procedimientos, así como otros aspectos relacionados con las prendas usadas por los kohanim en sus oficios en el Tabernáculo o Mishkán. El libro Vayokrá comprende diez porciones o parashiot: Vayikrá, Tsav, Shemini, Tazría, Metsorá, Ajaré-Mot, Kedoshin, Emor, Behar y Bejukotay.
El Shabat que precede a Purim, que es el que nos ocupa en este modesto comentario, se denomina Shabat Zajor, pues en el mismo se da lectura en la Torá a la parashat Vayikrá.
Según la opinión de la mayoría de las autoridades rabínicas, la lectura de esta parashá es un precepto de la Torá, por lo tanto es necesario que el oyente se concentre en cumplir con el mandato de la Torá de recordar ataque de Amalek cuando salimos de Egipto. Por supuesto, también el oficiante debe concentrarse en que su lectura sirva para todos aquellos que la están oyendo.
La persona que por algún percance no pudo concurrir a la sinagoga este Shabat y por lo tanto no oyó la lectura de la parashat Zajor, debe concentrarse en cumplir con el mandato de la Torá de recordar el ataque de Amalek cuando oiga esta porción en la parashá de Ki Teze, en el libro de Debarím. En este caso, debe pedirle al hazán que da lectura a la Torá que se concentre en hacerlo cumplir con esta obligación. Escribe Rabí Ovadia Yosef, z”l, que aún así será apropiado que lea esta porción en un pentateuco común.