Haim Yehudá Ben Avraham Folch - קלופ אברהם בן יהודה חיים
En relación al juicio divino sobre el mundo, Pirkei Avot nos aclara:“(א) Todo está previsto, (ב) y (sin embargo) la libertad (nos) fue dada. (ג) Con bondad el mundo es juzgado, (ד) todo ello según el número de acciones.” (Avot 3:15).
Vemos que
la estructuración de esta Mishná [משנה] refleja la
guevurá [גבורה]
(rigor) correspondiente al hecho de juzgar: el número de la guevurá [גבורה]
es el 2, y el versículo cuenta con 2 frases [גבורה], cada una de
ella de por sí divididas en 2 conceptos aparentemente contrapuestos [גבורה].
Y aquí está la clave: la contradicción y aparente incompatibilidad a nivel
lógico, filosófico o moral, despiertan en nuestra consciencia nuestro ideal de
justicia, que nos rescata de la sensación de desorden [חסד], y luego
nuestro esfuerzo para encontrar la interpretación correcta según la Ley [גבורה],
para aplicarla de la manera armónica y ajustada a la verdad [תרתפא, נצח];
tienen un desarrollo que en su fase más crítica conlleva sensación de rigor, de
tensión, y de conflicto. Esta percepción es la propia del Esaú no
rectificado, inestable, con sus correspondientes desarrollos destructivos que
conocemos, pero que gracias a la Teshuvá –ese mecanismo previo a la creación
del universo de back-up y rectificación--, be’’H eventualmente retorna al
camino correcto trazado por sus padres. Pero, para llegar a eso, tenemos que
analizar lo siguiente: ¿sobre qué nos interpela la colosal guevurá contenida en
esta Mishná?