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jueves, 18 de febrero de 2021

Parashat Zajor

El Shabat anterior a Purim se denomina Shabat Zajor, pues en el mismo se da lectura en la Torá no sólo a la porción semanal, este año coincide parashat Terumá, sino también se lee la porción de Zajor: "Recuerda lo que te hizo Amalek cuando saliste de Egipto", en otro rollo de la Torá, por lo tanto en este Shabat se sacan dos libros de Torá del Arón HaKodesh.

El término zajor significa recordar y la Torá nos ordena recordar lo sucedido con Amalek. "Recuerda lo que Amalek te hizo en tu salida de Egipto"(Devarim 25-17).

Los sabios explican que la acción de recordar consiste en hablar sobre este hecho en voz alta una vez al año.

Según la opinión de la mayoría de las autoridades rabínicas, la lectura de esta parashá es un precepto de la Torá, por lo tanto es necesario que el oyente se concentre en cumplir con el mandato de la Torá de recordar el artero ataque de Amalek cuando salimos de Egipto. Por supuesto, también el oficiante debe concentrarse en que su lectura sirva para todos aquellos que la están oyendo.

viernes, 6 de marzo de 2020

Shabat Zajor

El Shabat que precede a Purim, en este caso, el Sábado, 7 de marzo de 2020, es denominado Shabat Zajor, pues en el mismo se da lectura en la Torá no sólo a la porción semanal, este año parashat Tetzaveh, sino también se lee la porción de zajor: “Recuerda lo que te hizo Amalek cuando saliste de Egipto”, en otro rollo de la Torá, por lo tanto en este Shabbat se sacan dos libros de Torá del arca.
De acuerdo a la opinión de la mayoría de las autoridades rabínicas, según se indica en el comentario de Halacha Yomit, la lectura de esta parashá es un precepto de la Torá, por lo tanto es necesario que el oyente se concentre en cumplir con el mandato de la Torá de recordar el ataque de Amalek cuando salimos de Egipto. Por supuesto, también el oficiante debe concentrarse en que su lectura sirva para todos aquellos que la están oyendo.
La persona que por algún percance no pudo concurrir a la sinagoga este Shabbat y por lo tanto no oyó la lectura de la parashat Zajor, debe concentrarse en cumplir con el mandato de la Torá de recordar el ataque de Amalek cuando oiga esta porción en la parashá de Ki Teze, en el libro de Devarím. En este caso, debe pedirle al hazán que da lectura a la Torá que se concentre en hacerlo cumplir con esta obligación. Escribe Rabí Ovadia Yosef, z”l, que aún así será apropiado que lea esta porción en un Pentateuco común. 

domingo, 22 de septiembre de 2019

“Cada judío es responsable por los otros”


Esta parashat Nitsavim (Devarim 29:9-31:36), que leemos esta semana, nos introduce en Rosh Hashaná y despide este año 5779. Al final de sus días, el preclaro Moshé Rabenu deja a su pueblo al que ha conducido durante cuarenta años a través del desierto, como un padre a sus hijos. Él sabía qué decir y su deseo final y testamento está preparado para ser impartido. En opinión del rabino S.Benzaquén, “esto resuena hoy más que nunca. Mirando hacia el pasado, él debe usar cada minuto que le queda de su vida para impartirles las direcciones del pasado, para asegurar un futuro duradero, para las generaciones venideras”.
“La única forma-añade-en que podemos garantizar que esto se transmita en forma directa es que cada uno escuche el mensaje de participación. –Tú estás firme este día-.Es un día de juicio. El futuro es brillante y prometedor sólo cuando ellos nunca olvidan las lecciones del pasado y solamente fue la falta de unidad lo que perjudicó sus objetivos. El plan maestro para su éxito habrá de ser:-Hacerlos participar en el acuerdo.-Moisés habló de todas las categorías de judíos. Desde los jefes de sus tribus hasta los aguateros. La única oportunidad para el pueblo judío de llegar a cumplir este acuerdo y poder mirar hacia un futuro exitoso habría de ser el estar cohesionados. A partir de ese día ningún método que no fuera la responsabilidad mutua podría tener éxito. Es esta interrelación de responsabilidad mutua del Kol Israel Arevim ze lazé (cada judío es responsable por los otros) entre los distintos estratos de nuestro pueblo.-Este día antes del gran día del juicio debemos emerger victorioso contra todos los adversarios espirituales y físicos-“.


jueves, 19 de septiembre de 2019

“Será cuando entres en la tierra que el Eterno te dé por heredad…”


En esta porción Ki Tavo (Devarim 26:1-29:8) leemos: “Será que cuando entres en el país que el Eterno, tu D-s, te dé por heredad y la poseas y mores en él, tomarás las primicias de todo el fruto del suelo, las pondrás en el cesto e irás al lugar que eligió el Eterno, tu D-s, para hacer morar su nombre allí...”. (Devarim 26:12).
Esta parashat, que leemos esta semana, comienza con el término hebreo Vahaiá, que significa “Y será”.
Nuestros sabios señalan que esta manifestación indica una situación feliz. ¿Acaso existe una satisfacción mayor que la llegada del pueblo judío a Eretz Israel?
Esa alegría de acceder a la Tierra Prometida se asocia con la labor de sembrar, arar y cosechar. Seguidamente, los hijos de Israel elevan los primeros frutos de su trabajo como ofrenda de gratitud al Todopoderoso en el lugar elegido por Él, “para hacer morar Su Nombre allí”.

viernes, 13 de septiembre de 2019

La trascendencia e importancia de los lazos familiares y comunitarios


Los tres párrafos que dan comienzo a esta parashat (Devarim 21:10-25-19), que se lee esta semana, abordan situaciones familiares únicas, es decir: el soldado que se enamora de una chica enemiga, el hombre que tiene dos esposas, una amada y otra despreciada, y el hijo rebelde, según escribe el rabí Sam Kassim.
Agrega el comentarista que “en tiempos pasados estas situaciones eran muy raras. Sin embargo, recién en la actualidad podemos realmente comprender la Torá. Hoy en día en Israel existen algunos judíos que brindan tratamiento especial a prisioneros de origen no judío. Contamos además en Israel con una institución de segunda “esposa” cuyos derechos están protegidos por ley. Y, finalmente, predominan los chicos rebeldes que eligen no seguir los pasos de sus padres”.
“D-s nos dice-añade el comentarista-cómo conducirnos con las situaciones presentadas arriba y esto asegura la preservación de la sociedad que se rija de acuerdo a la Torá y esté basada en el mutuo amor, paz y tranquilidad. Una parashat tan repleta de mitzvot, ubica a la familia cono sine qua non ante los demás preceptos que aparecen en el capítulo, para decirnos que debemos reforzar nuestros lazos familiares, nuestros lazos comunitarios, nuestra tradición sefaradí y nuestra herencia judaica para garantizar la perpetuidad del Judaísmo en las generaciones futuras”.

martes, 3 de septiembre de 2019

"Los jueces son para ti"


“Jueces y Policías has de instalar”. La impartición y administración de justicia y la defensa de los derechos humanos conforman un valor genuinamente judaico, según se desprende del contenido de la parashat que leemos esta semana Shofetim (Devarim 16:18-21:9). Cuando la humanidad se encontraba todavía inmersa en el oscurantismo político y social, gobernado por los que detentaban el poder de la fuerza bruta, la Torá ya legislaba al pueblo de Israel con las reglas básicas de la Justicia y el Derecho.
Según escribe el rabino Mordejai Babor, “hay gente que considera que las leyes de la justicia son para los demás. Por esto, la Torá señala que “los jueces son para ti”.
La institución jurídica judía comprende tres cuerpos legislativos: la Corte Suprema de Justicia (Sanhedré Guedolá), integrada por 71 miembros y tenía su sede en Jerusalem; el Tribunal General (Senhedré Ketanna), con 23 magistrados; y el Juzgado Común (Bet Din), compuesto por tres jueces y rige en cada población. Esta última institución pervive hasta hoy en día y es competente en  los asuntos civiles, religiosos y económicos, así como de otra naturaleza.
Por otro lado, cabe señalar que la parashat de esta semana comprende una serie de pautas en la aplicación de las garantías procesales derivadas de la instrucción y desarrollo de un juicio, de tal manera que prohíbe la aceptación de sobornos y las preferencias en el juicio, la prevaricación. Regula los requisitos indispensables para la celebración y validez de un juicio, con la presencia de testigos.


martes, 27 de agosto de 2019

Preceptos sociales


“Mira que hoy pongo ante vosotros una bendición y una maldición. La bendición es válida si cumplís mis mandamientos del Eterno vuestro D-s que hoy os imparto y la maldición os valdrá si no cumplís los mandamientos del Eterno vuestro D-s y os apartáis de Su camino para ir tras otros dioses que no conocisteis”.
Una de las cuestiones que se aborda en esta parashat (Devarim 11:26-16:17), que leemos esta semana, se refiere a los preceptos de carácter social, en lo que concierne a las relaciones de la persona para con su prójimo y de ambos frente a la sociedad y, en este punto, la Torá establece un conjunto de reglas y órdenes sobre la ayuda mutua, la justicia y la honestidad.
En la vida cotidiana, según señala Meir Tuvy (Centro de Estudios Sefaradíes de Jerusalem), “nos encontramos con personas que tras haber trabajado honradamente durante años, llegaron a una holgada posición económica. Pero al pedírseles ayuda para los débiles o necesitados, se niegan rotundamente. Alegan que el dinero es sólo de ellos y nadie puede obligarles a dar tzedaká a los pobres o prestarles dinero, o apoyar económicamente una obra benéfica”.

domingo, 18 de agosto de 2019

Los mandamientos que el hombre pisa con sus calcañares


“Vehaiá ékev tishmeún” –“Y será cuando escuchares”-, conforme señala Rashi, esta porción Ékev (Devarim 7:12-11:25) se refiere a los mandamientos que el hombre pisa con sus calcañares. Entonces D-s los colmará de bendiciones y guardará el pacto de los Patriarcas para darle todo lo bueno.
Según escribe el Rab Iehoshúa S. Hilu, “el Rey David dice en el Libro de los Salmos (Capítulo 49): -La transgresión de mis calcañares me rodeará- Comentan nuestros sabios que el Rey David dijo:-no me preocupo por las transgresiones graves pues estoy seguro de que me cuido de ellas, pero las transgresiones ligeras que el hombre pisa con sus tobillos son las que me rodearán en el mundo de la verdad-.
En la Guemará Baba Batra 16 indica el rabí Levi: “El Satán y Peniná, compañera de Janá cuando criticaron el Satán a Job y Peniná a Janá, con fines buenos lo hicieron. Así lo explicó el rab Aja ben Iakov de Papunia: vino el Satán y lo besó en su pie. ¿Por qué lo besó en el pie y no en la mano o en otra parte?
En Yom Kipur, al final de la Amidá decimos el Vidui (Confesión): “Por el error que cometimos ante Ticon el iétser hará”. Todas las transgresiones:¿su origen  hay que atribuirlo al instinto malo? Si D-s quiere que hagamos lo bueno, que cumplamos con los mandamientos: ¿cómo es posible que aquí haya creado un ángel para desviarnos del camino recto? Lo cierto es que D-s creó al Satán para que él cumpla con su meta de hacer la voluntad de D-s.


martes, 13 de agosto de 2019

“Y le supliqué al Eterno”


HaKotel./RAFAEL BEN-ABRAHAM BARRETO
Este Shabat (Najamú) leemos la parashat Vaet-Janan (“Y le supliqué al Eterno…”). En relación con el primer versículo de esta porción semanal (Devarim 3:23-7:11) se exponen las  10 formas  de rezar a D-s. Cada una de estas maneras expresa un sentimiento, un estado de ánimo y una expectativa distinta. Estas diez variaciones con las que nos dirigimos a D-s son las siguientes: clamor, rogar, acudir, gemir, rezar, cantar, insistir, apelar, postrarse y suplicar. Esta última expresión, según escribe el rabí Mordejai Babor, “manifiesta una petición de gracia, aunque sea inmerecida. Y esto lo intentó Moshé en última instancia, implorando a D-s que lo indultara”.
Por su parte, el Midrash señala que Moshé realizó 515 rezos, por los que pedía a D-s que lo dejara entrar en Eretz Israel. Sin embargo, el Eterno le ordena que no siga insistiendo.
En esta parashat se alude a los Diez Mandamientos, al cumplimiento de la Torá, de todos sus preceptos y se advierte que la Torá es invariable e inmutable, que no se puede reducir ni ampliar. Es decir que no se puede agregar ni quitar de sus 613 preceptos o mitzvot (365 negativos y 248 positivos). Viene al caso uno de los 13 principios de la Fe, que señala que “D-s no cambiará ni trocará su ley sustituyéndola por otra”.

domingo, 31 de marzo de 2019

El precepto de la Circuncisión o Brit Milá


12 (1) Y le dijo el Eterno a Moisés: (2) “Diles a los hijos de Israel. Si una mujer ha dado a luz un varón quedará impura siete días. Será impura como en el tiempo de su menstruación. (3) Y el día octavo será circuncidado el prepucio del niño. (4) Ella permanecerá durante treinta y tres días purificándose de su sangre. No tocará nada sagrado y no entrará en el santuario hasta que se cumplan los días de su purificación. (5) Pero si da a luz una niña, será impura durante dos semanas como en su menstruación, y sesenta y seis días permanecerá purificándose de su sangre. (6) Y al cumplirse los días de su purificación, ya sea por hijo o por hija, traerá al sacerdote un  cordero de un año por holocausto y un pichón de paloma o una tórtola por ofrenda expiatoria, a la entrada del Tabernáculo, ante el sacerdote…”.
Los conceptos de pureza o impureza que se citan en la Torá no deben entenderse como sinónimos de limpieza o suciedad, sino que se han de considerar como un estado de elevación o depresión espiritual que afectan al alma y no al cuerpo como resultado de distintas circunstancias o contextos.
La parashat Tazría (Vayikrá 12:1-8; 13:1-59) trata los aspectos relacionados con los estados de pureza e impureza, se presta especial atención al precepto del Brit Milá o de la circuncisión, que se cita en el versículo tercero: “…Y en el octavo día deberá hacerlo circuncidar…” Sobre este particular se describen cuatro motivos que explican las razones de por qué se prescriben los ocho días inmediatamente posteriores al nacimiento del varón. Desde el punto de vista facultativo o científico se ha descubierto que es exactamente en el octavo día cuando el bebé posee el más alto nivel de coagulación sanguínea. La madre, por regla general, se ha recuperado del parto en ese margen de tiempo y puede disfrutar de la ceremonia del Brit Milá.

viernes, 29 de marzo de 2019

Las leyes dietéticas del Pueblo Judío


Al día siguiente de haber descendido Moisés del Monte Sinaí con las sagradas Tablas de la Ley fue ordenada la construcción del Mishkán o Tabernáculo, después de que se sellara el perdón divino con su pueblo. El hombre había impurificado el mundo con la idolatría al erigir el becerro de oro. Cuando llegó el arrepentimiento, sobrevino de inmediato la orden de levantar el Templo para albergar a la Shejiná o Presencia Divina en la Tierra.
La parashat de esta semana (Shabat Mevarjim) Shemini (Vayikrá 9:11) viene a determinar las leyes dietéticas del Pueblo Judío, dictamina por regla general sobre qué tipo de animal (mamífero, ave o pez) cuya carne es o no apta para consumir,  el compendio básico de las leyes de Kashrut que se mantienen hasta hoy en día. Es una ley de la Torá que no tiene una explicación, pero que es obligada cumplir, porque entronca con el ideal de pureza y con el mandato de ser puros, como lo es el Eterno (Ha’Kadosh Baruj Hu).
Los animales cuya carne es permitida ingerir son aquellos que tengan pezuña partida y sean rumiantes. De los peces, todos aquellos que tengan escamas y aletas, es condición indispensable para su consumo, por lo que están prohibidos los productos del mar que no reúnan tales requisitos. Basta que no cumplan una condición para que sea taref o no apto. También se fijan las aves que son comestibles: gallina, pato, perdiz…, entre otras;  y las que no. De los animales que vuelan están prohibidos el águila, el cuervo, el avestruz, el buitre, el milano, el murciélago, la gaviota… Ni que decir tiene que son abominación los animales que se arrastran por la tierra o los reptiles.
Así pues no es apta para comer la carne del cerdo (todos sus derivados o componentes que pueden aparecer en productos elaborados, manufacturados, o manipulados por gentiles) y los animales de su especie, liebre, conejo y camello, entre otros.

Ideologías antagónicas

Todos los animales permitidos o aptos (kasher/kosher) deben tener la planta del 
pie dividida y ser rumiante. De la interpretación cabalística se infiere, conforme explica el rabí Mordejay Babor, que “estas dos características básicas que poseen los animales permitidos, apuntan-metafóricamente-a lo siguiente: la planta del pie es la que marca el paso a seguir… y rumiar es volver a masticar lo ya ingerido. Existen dos ideologías religiosas opuestas en el mundo gentil. Una-la del Islam-postula la idea radical y obtusa de conservar fanática e irracionalmente las reglas y costumbres de antaño rumiando constantemente lo ya ingerido. La otra-el Cristianismo-reforma frecuentemente sus reglamentos para adecuarlos a las circunstancias de la época y sus conveniencias. Esto último representa la planta del pie dividida porque su ideología se bifurca y se desvía”.
“La primera está simbolizada en el camello-añade-, que rumia constantemente y posee las plantas del pie cerradas. Y la segunda, se refleja en el cerdo, que muestra sus patas hendidas, señal de división y reforma”.
Explica que “lo kosher, es la idea del Judaísmo que propone ambas ideas en conjunto. Es decir, primero y principalmente, preservar firmemente las reglas y tradiciones legadas por nuestros antepasados. Y segundo-y la vez-mantener la mente abierta en una constante actualización-en cada circunstancia y modalidad que presente la sofisticada tecnología moderna-basada siempre en la interpretación raigal de la Torá Oral y con el único fin de conservar la práctica correcta de sus preceptos…”.
El cerdo es el prototipo del taref y, por cierto, el más detestable. Es exactamente igualmente prohibido que los demás. Su odiosa fama proviene, según subraya Babor, porque cuando come extiende sus patas hendidas hacia adelante como mostrando que posee una señal de kasher, mientras oculta su boca entre ellas ocultando el símbolo que lo impugna-no es rumiante-, o sea, es omnívoro. Esta actitud hipócrita lo hace tan repugnante ante el Judaísmo, cuyos principios se basan en la franqueza y la verdad.
En lo que se refiere a la fauna marina (“…todo lo que tiene aletas y escamas…”) no se especifican nombres ni clases, sino que todo se limita a estas dos señales. La razón de esto se remonta a la misma Creación cuando D-s presentó toda la fauna terrestre ante Adam, quien les va poniendo a cada uno su nombre. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con la fauna marina, cuyas especies no fueron denominadas por Adam.
La Torá, en lo concerniente a las aves, sólo enumera las prohibidas. Más adelante en el Libro Devarim (11:14) el texto señala que “todo pájaro de especie pura podéis consumir…”.
En el texto bíblico no se especifican las características distintivas de las aves puras, como ocurre en el caso de los animales y los peces. Sin embargo, por tradición se sostiene que existen cuatro indicativos particulares para distinguir las especies permitidas. A saber, no son de rapiña; poseen espolón en sus patas; tienen un buche donde acumulan el alimento ingerido; poseen una membrana interior que se desprende con facilidad, cubre el estómago. No obstante, dada la complejidad para reconocer las mismas y la diversidad de aves que pueblan el planeta-además de la semejanza entre las especies avícolas-se optó por autorizar y catalogar como aptas para el consumo (kasher), únicamente a las especies conocidas a través de los años.
Con respecto a las langostas y sus especies, hay decenas de clases de langostas. La Torá fija como permitidas sólo cuatro especies. Estas últimas, actualmente, no son identificables. Debido a esto no se permite el consumo de ninguna clase.
Cabe destacar y coincidimos con la sabia opinión del rabí Mordejay Babor, que ninguna de las leyes de la Torá ha sido expresada con tanta meticulosidad, precisión y especificaciones como estas normas que marcan la dieta alimenticia del Kashrut.

Fuentes: Harav Mordejai Babour, Jumash HaMerkaz, Documentación propia.


viernes, 22 de marzo de 2019

Ascender a lo más alto


 Y le dijo el Eterno a Moisés: “Ordena a Aarón y a sus hijos, diciéndoles:-Esta es la ley del holocausto. Permanecerá encendido sobre el altar toda la noche hasta la mañana, con el fuego ardiendo. Y el sacerdote, vestido con túnica de lino y calzones de lino sobre su carne quitará las cenizas dejadas por la combustión de los holocaustos y las pondrá en el costado del altar“ …
En esta parashat (Vayikra 6-8) vemos y apreciamos cómo la Torá dicta normas precisas con respecto a la Olá que fue consumida por un progresivo y firme fuego durante toda la noche. “Un fuego arderá continuamente sobre el altar, no deberá ser extinguido” (Vayikrá 6:6). Cada mañana, el kohen (sacerdote) añadía nueva leña para que continuara con firmeza la llama del fuego.

viernes, 15 de marzo de 2019

Recuerda

Este Shabat se inicia la lectura del tercer libro de la Torá, Vayikrá, cuyo primer capítulo se refiere a todo lo concerniente a las ofrendas, su observancia y procedimientos, así como otros aspectos relacionados con las prendas usadas por los kohanim en sus oficios en el Tabernáculo o Mishkán. El libro Vayokrá comprende diez porciones o parashiot: Vayikrá,  Tsav, Shemini, Tazría, Metsorá, Ajaré-Mot, Kedoshin, Emor, Behar y Bejukotay. 
El Shabat que precede a Purim, que es el que nos ocupa en este modesto comentario, se denomina Shabat Zajor, pues en el mismo se da lectura en la Torá a la parashat Vayikrá.
Según la opinión de la mayoría de las autoridades rabínicas, la lectura de esta parashá es un precepto de la Torá, por lo tanto es necesario que el oyente se concentre en cumplir con el mandato de la Torá de recordar ataque de Amalek cuando salimos de Egipto. Por supuesto, también el oficiante debe concentrarse en que su lectura sirva para todos aquellos que la están oyendo.
La persona que por algún percance no pudo concurrir a la sinagoga este Shabat y por lo tanto no oyó la lectura de la parashat Zajor, debe concentrarse en cumplir con el mandato de la Torá de recordar el ataque de Amalek cuando oiga esta porción en la parashá de Ki Teze, en el libro de Debarím. En este caso, debe pedirle al hazán que da lectura a la Torá que se concentre en hacerlo cumplir con esta obligación. Escribe Rabí Ovadia Yosef, z”l, que aún así será apropiado que lea esta porción en un pentateuco común.

viernes, 8 de marzo de 2019

La conclusión e inauguración del Mishkan


(21) Éste es el recuento de lo gastado para el Tabernáculo, el Tabernáculo del Testimonio, según la cuenta efectuada por orden de Moisés y bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. (22) Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Jur, de la Tribu de Judá, había hecho todo lo que el Eterno le había ordenado a Moisés, (23) con la ayuda de Aholiab, hijo de Ahisamac, de la Tribu de Dan, hábil escultor y dibujante de tejidos de lino fino torzal, experto en teñido celeste, púrpura y carmesí…
Con esta parashat Pekudé (Shemot 17:17-18-13) finaliza el ciclo de la lectura del Segundo Libro del Éxodo o Shemot y en ella se nos explica   todo sobre la inauguración del Tabernáculo, como adelantamos en una entrega anterior.
Siguiendo con nuestro breve y modesto comentario de la parashat, nos hacemos eco del estudio que de la misma hace el rabí Mordejay Babor, quien señala, entre otras cosas, que “de manera oculta están marcadas aquí las cifras de los años que durarán en pie los dos santuarios mayores-los beth hamikdash-erigidos muchos años más tarde. El primero duró 410 años, exactamente lo que suma la palabra Mishkán y el segundo estuvo- hasta ser destruido-420 años, equivalentes a la suma de las palabras el Mishkan, más sus cinco letras. Es para señalar esta velada revelación que el versículo repite dos veces la expresión Mishkán, aludiendo a los dos templos que existirían”.

domingo, 24 de febrero de 2019

"No encenderéis fuego en vuestras moradas en Sábado"


35 (1) Y Moisés reunió a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: “Estas son las cosas que ordenó hacer el Eterno: (2) Seis días trabajarás y en el séptimo descansarás, pues será día santo, es decir, dedicado al Eterno. Todo el que haga un trabajo ese día será muerto. (3) No encenderéis fuego en vuestras moradas en Sábado”.
(4) Y le dijo Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel: “Esto es lo que ordenó el Eterno: (5) Brindad vuestra ofrenda al Eterno. Todo hombre de corazón generoso traerá la ofrenda al Eterno. Oro, plata y cobre bruñido; (6) tejidos teñidos de celeste, púrpura y carmesí; lino fino, pelo de cabra, (7) pieles de carnero teñidas de rojo, cuero de tejones y madera de acacia; (8) y piedras de ónice y piedras de engarce para el efod y para el pectoral…
En esta parashat Vaiak-hel (Shemot 35:1-40:38; Haftará Reyes 1/7:13-7:26), que se lee esta semana, se nos narra la inauguración del Mishkán o Tabernáculo en el desierto. Ya había transcurrido casi un año desde la salida de Egipto y con las donaciones de cada uno de los hijos de Israel y la dirección arquitectónica de Betsalel y Aholiav, se termina la obra. Corresponde a Moshé supervisar y bendecir dicho trabajo, de tal suerte que la belleza de la construcción no quedara en la simple apariencia, y que su dimensión espiritual quedara garantizada.

domingo, 17 de febrero de 2019

El tributo del medio Shekel


(11) Y le dijo el Eterno a Moisés: (12) “Cuando cuentes el número de los hijos de Israel, cada uno ofrecerá al Eterno un rescate por su alma para que no sufran plaga por el empadronamiento. (13) Para ello, cada cual pagará medio siclo sagrado (Shekel HaKodesh) de 20 gueras el siclo, que será ofrenda al Eterno. (14) Todo el que fuera censado, o sea, de 20 años para arriba, daría tal ofrenda al Eterno. (15) Esta contribución para el Eterno será igual para el rico y para el pobre, para perdonar sus almas. (16) Tomarás los aportes por los rescates y los pondrás para sufragar el servicio del Tabernáculo, y será para los hijos de Israel como memoria al Eterno como expiación de sus almas.
(17) Y le dijo también el Eterno a Moisés: (18) “Harás un pilón de cobre bruñido para las abluciones con un pedestal también de cobre bruñido, pondrás el recipiente entre el Tabernáculo y el altar y echarás allí el agua. (19) Aarón y sus hijos se lavarán sus manos y sus pies en el pilón. (20) Lo harán al entrar en el tabernáculo para no morir al aproximarse al altar para el servicio del holocausto al Eterno. (21) Se lavarán manos y pies para no morir, y será ley eterna para ellos y sus descendientes”.
En esta parasha Ki Tisa (Shemot 30:11-34:35), que se lee esta semana, se señalan, entre otras cosas, las normas del empadronamiento o confección del censo de los hijos de Israel, a partir de los 20 años de edad, y sobre la obligación del tributo del medio siclo sagrado o shekel hakodesh, que incumbe a pobres y ricos. Una contribución en prenda de rescate para redimir los pecados cometidos, pero también para el sostenimiento del servicio del Tabernáculo. Igualmente, se refiere a las normas de pureza o de limpieza que debían regir antes de acceder al Tabernáculo por parte de Aarón y sus hijos, o sea de los kohanim. Una ley perpetua para todas las generaciones. Igualmente, describe la composición de la unción santa, que debía ser preparada por expertos perfumistas. Describe la composición del incienso aromático, que constaba de once especias y que se repite diariamente en los rezos de shajarit y minjá.

lunes, 11 de febrero de 2019

Como el aceite de oliva puro


(20) “Y ordenarás a los hijos de Israel que te traigan aceite de oliva puro para encender una luminaria perenne (la lámpara del candelabro). (21) En el Tabernáculo de reunión, fuera del velo tendido delante del testimonio, Aarón y sus hijos lo prepararán (el candelabro), desde la tarde hasta la mañana, para que arda ante el Eterno como Ley perpetua para las generaciones de los hijos de Israel.
28 (1) Y tú acercarás a tu hermano Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para hacerlo sacerdote para Mí. Llama pues a Aarón  y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón. (2) Y harás vestiduras sagradas para tu hermano Aarón, por razones de dignidad y esplendor. (3) Y les dirás a los hombres diestros y sabios de corazón que hagan tales vestiduras que santificarán a Aarón haciéndolo sacerdote para Mí. (4) Y estos son los vestidos que harán: pectoral, efod, manto, túnica a cuadros, turbante y cinturón. (5) Utilizarán para ello oro y telas teñidas de celeste, púrpura y carmesí, y también lino.
(6) Y harán el efod de oro, celeste, púrpura y carmesí, y lino torzal y será obra de artífice. (7) Tendrá dos hombreras unidas en sus dos extremos…”.

martes, 5 de febrero de 2019

La caridad iguala a todos los mandamientos


“Habla a los hijos de Israel para que tomen para Mí una ofrenda, y esta será la ofrenda que ellos tomarán: oro, plata y cobre”. De esta manera comienza la lectura de la parashat Terumá (Shemot 25:1-27:19), que leemos esta semana (Shabat, 9 de febrero de 2019/4 Adar Alef 5779), en la que se aborda la disposición de la ornamentación del Mishkan o Tabernáculo y posteriormente del Santo Templo de Jerusalem. Asimismo, trata sobre la disposición de las ofrendas diarias.
Nuestros sabios se preguntaron, según comentario del rabí Abraham BeHaim, ¿por qué el término Veikju (ellos tomen) usado en el texto? La palabra Veitenu (ellos den) es más aceptable. Asimismo, explican que cuando nosotros damos la cantidad de nuestras propias posesiones, nosotros estamos en realidad tomando o recibiendo para nosotros mismos. La bendición más grande que D-s dio sobre nosotros es la oportunidad de dar (tzedaká). Sin duda un maravilloso e inconmensurable regalo. Por medio del acto de dar, de ser generosos con nuestros semejantes y, particularmente, con quienes más lo necesitan, somos salvados de la muerte (Proverbios 10:2). El Talmud nos indica que “la caridad iguala a todos los demás mandamientos (Babá Batrá, 9). Esta es realmente la fuente de las oportunidades no importa que “aun un hombre  pobre está sujeto a la caridad y debería proveer caridad (Talmud Guitín, 76).
No obstante, se establecen diferentes niveles de la caridad: hay tzedaká de oro, de plata y de cobre. Cuando una persona prospera y goza de buena salud da de sí mismo a los demás, y procura que los demás le den, su ofrecimiento es considerado como oro. Pero si él contribuye solamente porque está enfermo o temeroso, o porque es forzado por la presencia de otras personas, su caridad equivale a la plata. Y si él da porque es solamente su última voluntad y testamento, esta ofrenda es menos valiosa y es equiparada al bronce.
                                                                                                                  


viernes, 1 de febrero de 2019

La base jurídica de Am Israel

"Y estas son las leyes que les darás. Cuando compres un siervo hebreo, servirá para ti seis años y al séptimo año saldrá; si fue casado (con mujer hebrea), su mujer saldrá con él. Si su amo le hubiera dado mujer (pagana) y ella pariera para él hijos o hijas, la mujer y su prole serán para su amo, y él saldrá solo. Y si el siervo dice:-Quiero a mi amo, a mi mujer y a mis hijos. No saldré libre-, lo acercará su amo a los jueces y lo arrimará a las puertas de su casa o a las jambas de ella y horodarará su oreja con un punzón, a de servirlo para siempre..."
Así comienza la parashat Mishpatim (Shabat Mevarjim), que leemos esta semana, y en la que, a grandes rasgos, se refiere al conjunto de leyes que D-s imparte al pueblo de Israel. Ante todo constituye la base jurídica del pueblo judío. Esencialmente es el compendio de un modo de vida basado en la justicia, principios éticos y morales. De ello se extrae que el Judaísmo no es sólo una idea o un fundamento, es un modo de vida que se practica cada día. Una forma de pensar y de vivir las leyes prácticas del cuerpo legal que constituye la Torá escrita y oral (Talmud).
En Mishpatim apreciamos la inclusión de muchas mandamientos vinculados a la ley civil inmediatamente después de los Diez Mandamientos, como observamos en la parashat de la semana pasada Yitró, en la que se evoca la entrega de la Torá al pueblo de Israel en el monte Sinai. Como indicamos al principio, esta parashat comienza con la expresión "Y estas son las leyes”, empleando la conjunción “y”. Nuestros sabios nos señalan que esto es para enfarizar que así como “lo primero-los Diez Mandamientos-, también fueron dados en el Monte Sinaí todos los preceptos subsiguientes. Esta observación, de acuerdo a lo comentado por el rabí Moshé Benzaquén, tiene implicaciones de muy largo alcance particularmente en relación con nuestra sociedad actual y nuestra forma moderna de pensar. 

martes, 1 de enero de 2019

La dimensión profética de Abraham Avinu

Y habló D-s a Moshé y le dijo:  “Yo soy el Eterno y Yo aparecí a Abraham, a Isaac y Jacob como El Shadday (D-s Todopoderoso), pero con mi nombre, Eterno, no me di a conocer a ellos. Y también establecí con ellos mi pacto, para darles la tierra de Canaan, la tierra de sus peregrinaciones, donde habían morado como extranjeros. Y también oí el gemido de los hijos de Israel, a quienes los egipcios tienen en servidumbre, y recordaré mi pacto. Por tanto, di a los hijos de Israel: -Yo soy el Eterno y os sacaré de debajo de las cargas de los egipcios y os liberaré de la servidumbre de ellos y os redimiré con brazo extendido y con juicios grandes-…”-.
La parashat Vaerá, que leemos esta semana, nos cuenta acerca de la esclavitud del pueblo de Israel en Egipto, enuncia las promesas que hizo D-s a los Patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, y el anuncio de la liberación del cautiverio y retorno a Eretz Israel.