En esta porción Ki Tavo (Devarim 26:1-29:8) leemos: “Será que cuando entres en el país que el Eterno, tu D-s, te dé por heredad y la poseas y mores en él, tomarás las primicias de todo el fruto del suelo, las pondrás en el cesto e irás al lugar que eligió el Eterno, tu D-s, para hacer morar su nombre allí..”. (Devarim 26:12).
Esta parashat comienza con el término hebreo Vahaiá, que
significa “Y será”.
Nuestros sabios señalan que esta manifestación indica una
situación feliz. ¿Acaso existe una satisfacción mayor que la llegada del pueblo
judío a Eretz Israel?"
Esa alegría de acceder a la Tierra Prometida se asocia con la
labor de sembrar, arar y cosechar. Seguidamente, los hijos de Israel elevan los
primeros frutos de su trabajo como ofrenda de gratitud al Todopoderoso en el
lugar elegido por Él, “para hacer morar Su Nombre allí”.
La trascendencia e importancia de esta ceremonia se ve
enfatizada y subrayada por el hecho de que al llevar las ofrendas al Sagrado
Templo de Jerusalem el agricultor deberá pronunciar los versículos referentes a
la historia del pueblo judío.