El Partido Likud del primer ministro Benjamín Nethanyahu tendrá que pactar con otras fuerzas políticas afines o proclives a un entendimiento al no haber logrado la mayoría suficiente, a pesar de ganar las elecciones generales de ayer martes.
Kneset o Parlamento de Israel./RAFAEL BEN-ABRAHAM BARRETO |
El Likud obtuvo 30 escaños, seis más que
su más directo rival el Campo Sionista de Isaac Herzog, que alcanzó 24.
Mientras, la Liga Árabe fue la sorpresa de la jornada electoral al conseguir 13
diputados, que la convierte en tercera puerta. El grupo Yesh Atid consiguió 11
escaños.
El Parlamento de Israel o Kneset consta de 120 diputados y
se requiere de 61 para alcanzar la mayoría absoluta necesaria para formar
gobierno. Como quiera que ninguna de las formaciones concurrentes obtuvo la
mayoría cualificada, se tendrá que recurrir a acuerdos post electorales para
conformarla. El presidente del Estado Rubén Rivlin recibirá a los cabeza de
lista con representación parlamentaria y encargar la formación del gobierno a
la formación que esté en disposición de constituir el nuevo gobierno.
Así las cosas, los acontecimientos futuros marcarán la
viabilidad del nuevo gobierno que salga del entendimiento entre la formación
más votada y los partidos que la respalden en el Parlamento. La economía, la
seguridad nacional, y las negociaciones con los palestinos figuran entre los
asuntos más sobresalientes que tendrá que afrontar el nuevo gobierno.
El líder del Likud ha expresado su disposición a formar una coalición con los partidos nacionalistas, según se publica hoy.
El líder del Likud ha expresado su disposición a formar una coalición con los partidos nacionalistas, según se publica hoy.
Deseamos al futuro primer ministro suerte en la gestión de
los asuntos públicos y vitales de Eretz Israel.