Lectura de la Torá para Shabat, 3 de Shevat de 5774
Shabat, 4 de enero de 2014
Parashat Bo
Shemot 10:1-13-16
Hafatará: Jeremías 46:13-28
(10:1) Y le dijo el Eterno a Moisés: "Ve al faraón, pues Yo endurecí su corazón y el de sus siervos para mostrarles Mis señales y (2) para que cuentes en los oídos de tus hijos y del hijo de tu hijo lo que hice en Egipto, con las señales que puse ante ellos para que sepan que Yo soy el Eterno".
Este Shabat leemos la parashat Bo, que en hebreo viene a significar “Entra”, pero que, en opinión de Jack Suli, tendría
que haber dicho “Lej”, que equivale a decir “Anda”. Agrega el comentarista de
esta parashat que “pues bien, notamos entonces que dice “Bo el paró…”.-“Entra
en el faraón porque Yo endurecí su corazón”-.
Jack Suli escribe que “cabe entonces un cuestionamiento si notamos algunos
versículos antes, textualmente expresó el faraón a Moisés:-D-s es el Santo y yo y mi pueblo
somos los malvados”. De esta manera notamos que hay un reconocimiento del mismo
faraón de su maldad. ¿Por qué entonces expresa el versículo que D-s le dice a
Moisés “entra en el faraón porque Yo endurecí su corazón”? Lo que el Ser
Supremo conoce es la intención y el pensamiento de cada ser humano. Sucede que
el faraón expresó: D-s es el Santo y yo…y mi pueblo es el malvado. Ahora
entendemos lo que sentencia D-s: “entra en el faraón”, es decir, que su mente
fue diferente a lo que expresó. Es entonces que dice D-s: “Porque Yo”, ese yo
que lo asoció conmigo, es por eso que ahora endurecí su corazón”.
“Sucede ahora-añade- que es advertido de la plaga de langostas. Sus
consejeros le sugieren les permita la liberación del pueblo oprimido…Es
entonces que llama a Moisés y le expresa “id a servir al Eterno vuestro D-s”.
¿Quién y quiénes han de ir? Hacia al mismo tiempo un reproche a Moisés: “No le
digáis que habrán de ser llevados a una esperanza en el paraíso, con falsas
promesas de un mejor lugar, una mejor tierra para habitar y veré quiénes van a
ir: los ancianos y los enfermos, mas los fuertes y robustos se quedarán”.
Jack Suli agrega en su comentario que “y es entonces que Moisés le
responde:-con nuestros jóvenes y con nuestros ancianos iré”. Moisés adelanta a
los jóvenes. ¿Por qué?
Porque delante va la bravura y el coraje y “con nuestros ancianos”, es decir
con “los consejos de nuestros sabios”, y agregó “con nuestros hijos y nuestras
hijas iremos porque fiesta de D-s es para nosotros”.
Sin duda alguna, para el Judaísmo es una fiesta y un motivo sublime servir a D-s con la participación del pueblo.
La unión y el amor motivan la alegría para entrar en comunión con D-s. Así
las cosas, de esta parashat aprendemos que la columna vertebral del Judaísmo es
la juventud y a ella nos debemos y es a ellos a quienes debemos dejar la
sagrada herencia de las enseñanzas de la Torá y ellos, asimismo, deben hacer lo
propio de una generación a otra hasta el fin de los tiempos. Ésta es la única y
auténtica herencia.