Lectura de la Torá para Shabat 26 de Nisán de 5774
Shabat, 26 de abril de 2014
Shabat Mevarjim
Parashat KedoshimVayikrá 16.20Haftará: Ezequiel 20.2-20 (Sef)Amós 9:7-15 (Ash)
19(1) Y el Eterno le dijo a Moisés: (2)“Diles a los hijos de Israel. Seréis santos, por que Yo, el Eterno, vuestro D-s, soy santo. (3) Cada uno de vosotros temerá a su padre y a su madre y guardarás Mis sábados. (Lo ordeno) Yo, el Eterno, vuestro D-s. (4) No os volveréis a ídolos ni fabricaréis dioses fundidos. (Lo ordeno) Yo, el Eterno, vuestro D-s..."
En esta parashat, entre otras cosas, vuelve a citar los preceptos de honrar o temer a nuestros padres y guardar el Shabat. Asimismo reglamenta acerca de las relaciones humanas e interpersonales, que deben guiarse desde la perspectiva de una conducta decorosa y en un nivel ético superior como es el caso de la pureza familiar, tal es así como en los aspectos relativos a la impartición de justicia o en torno a cuestiones como el cuidado de la verdad. En esta porción también se presta atención a la relación con los demás seres del mundo animal y vegetal.
Como es sabido, fue tras la inauguración del Mishkán o
Santuario del Desierto, que dos de los hijos de Aarón, Nadav y Abihu, fueron
consumidos por el fuego divino, al ofrecer un incienso en el Sancta Sanctorum
sin permiso previo. El profesor Mario Suli se pregunta acerca de este suceso
justo en un día tan señalado para el Pueblo de Israel, en gente de tan
relevante categoría como eran los descendientes directos de Aarón el Sumo
Sacerdote o Kohen Gadol, y primordialmente en quienes no habían pecado en su
vida, dado que eran muy jóvenes. Se pregunta qué tan grave falta fueron a
enmendar y por qué Aarón, su padre, debió sufrir la pérdida física de sus dos
hijos.
Tal como señala el Zohar Hakadosh en la parashat Vaiakhel: “No
se consagra el Mishkán del desierto hasta que fue inaugurado junto con el
Tabernáculo Celestial”. Es decir, que en el ámbito celestial y en las
dimensiones que operan más allá de las coordenadas del timpo/espacio también se
instauraba un Santuario. Fue necesario
entonces para el mismo, Kohanim de la más pura estirpe. Y, ¿quién mejor que
estos dos jóvenes hijos de Aarón con la pureza de su propia juventud? Al
respecto, Mario Suli escribe: “Por lo mismo son elevados a través de un fuego
Serefat Neshamá vehaguf kulam, siendo así que Aarón su padre recibe la infausta
con aceptación, sabedor de que se trasladaron a un mundo superior para tan
sagrada misión. De ahí lo que relata el Pasuk “Vaidom Aarón” y calló Aarón, es decir, asumió lo profundo del
suceso que no fue más que un medio para tan sublime finalidad”.