Harav Yerahmiel Barylka. |
Reflexiones del Rav Yerahmiel Barylka*
En los primeros pasajes de Ki Tavó, las acciones de Moshé tienen como objetivo principal fomentar la defensa de los mandamientos. En primer lugar, dice que “cuando hayas entrado en la tierra que .A. tu Dios te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites, entonces tomarás de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra que .A. tu Dios te da, y las pondrás en una canasta, e irás al lugar que .A. tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre. Y te presentarás al sacerdote que hubiere en aquellos días, y le dirás: Declaro hoy a .A. tu Dios, que he entrado en la tierra que juró .A. a nuestros padres que nos daría”. (Devarim. 26: 1-3).
La actividad de llevar la fruta para el cohen es la culminación de un largo proceso que apoya a los israelitas a verse a sí mismos como conectados a su tierra, a su comunidad, y a su vez, a los mandamientos. Pareciera ser causa suficiente.
La siguiente instrucción de Moshé avanza aún más en el vínculo con la tierra. Dice que inmediatamente después de la transferencia de la fruta para el sacerdote, se recitará en voz alta una serie de pasajes que se han convertido en el núcleo de la Hagadá de Pesaj: “Entonces hablarás y dirás delante de .A. tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres… y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron...
Y clamamos a .A. …; y .A. oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión; y .A. nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros; y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel” (Devarim 26: 5-9). No conforme con ello, Moshé, además, ordenó a los ancianos a guardar todos los mandamientos “Y el día que pases el Jordán a la tierra que .A. tu Dios te da, levantarás piedras grandes, y las revocarás con cal; y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado para entrar en la tierra que .A. tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como .A. el Dios de tus padres te ha dicho (Devarim 27: 2-3). Moshé deseaba asegurar que el pueblo judío pueda fortalecer verbal, y lingüísticamente su relación con su patrimonio común y su vínculo como pueblo emergente como una piedra angular para el fomento de una comunidad llena de asombro, de imaginación y de aprendizaje transformativo. En este orden de ideas, cada una de las actividades de Moshé describe como venerar su linaje y su tierra, y por lo tanto, la preservación de las leyes que guían sus prácticas comunes de todos los días. Generaciones a seguir, querrán defender los mandamientos porque llevan consigo un propósito elevado para sus vidas.
En marcado contraste, en el último segmento de la parashá, el pueblo es tratado como niños recalcitrantes que necesiten una dosis de disciplina rígida. Como que Moshé reconoce que el incentivo interno podría no ser suficiente para hacer que el pueblo siga los mandamientos, y por lo tanto, se debe adoptar un tono autoritario.
Moshé describe primera causas de posible castigo (Devarim 27: 15-26), incluyendo tanto las transgresiones contra Dios, como hacer imágenes esculpidas como atropellos contra nuestros semejantes, como insultar a nuestros padres. Describe en detalle las recompensas y bendiciones que recibirán si son obedientes, como lluvia suficiente para garantizar una gran cantidad de cultivos y la victoria en la guerra (Devarim 28: 1-13).
Inmediatamente después, Moshé enumera lo que se conoce como la Tojejá, una enumeración detallada y exhaustiva de todas las maldiciones que se infligirá a los israelitas, en caso de que no obedezcan los mandamientos establecidos en la Torá (Devarim 28: 15-68). Todos los elementos de la vida se verían afectados negativamente: la maternidad, la agricultura y la ganadería. Las personas sufrirían enfermedades debilitantes.
Se puede sentir difícil reconciliar estos dos enfoques educativos totalmente diferentes. Al igual que Moshé,también nosotros constantemente buscamos vías para lo que significa en la práctica judía. Esta conexión es a menudo titubeante y provisional cuando estamos mucho más lejos de nuestra “gran narrativa” de la salida de Egipto. Mientras que el Tojejá podría no resonar bien a nuestros oídos, puede servir para recordarnos que este vínculo personal a menudo emerge sólo después de múltiples y variadas interacciones con la comunidad. En definitiva son consecuencia existencial de nuestras acciones.
Así como Moshé nos previene, podemos recurrir a los elementos experienciales del ritual y de la celebración para ayudarnos a construir nuestros propios significados dentro de nuestra tradición. Si así lo hiciéramos, el resultado natural serán bendiciones de paz, salud y bienestar, productos también de lo que generemos para dar un propósito elevado a nuestras vidas.
*Rav Yerahmiel Barlka. Sinagoga Rambam de Madrid.