lunes, 5 de marzo de 2018

"No encenderéis fuego en vuestras moradas en Sábado”


35 (1) Y Moisés reunió a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: “Estas son las cosas que ordenó hacer el Eterno: (2) Seis días trabajarás y en el séptimo descansarás, pues será día santo, es decir, dedicado al Eterno. Todo el que haga un trabajo ese día será muerto. (3) No encenderéis fuego en vuestras moradas en Sábado”.
(4) Y le dijo Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel: “Esto es lo que ordenó el Eterno: (5) Brindad vuestra ofrenda al Eterno. Todo hombre de corazón generoso traerá la ofrenda al Eterno. Oro, plata y cobre bruñido; (6) tejidos teñidos de celeste, púrpura y carmesí; lino fino, pelo de cabra, (7) pieles de carnero teñidas de rojo, cuero de tejones y madera de acacia; (8) y piedras de ónice y piedras de engarce para el efod y para el pectoral…
En esta parashat Vaiak-hel (Shemot 35:1-40:38; Haftará Reyes 1/7:13-7:26) se nos narra la inauguración del Mishkán o Tabernáculo en el desierto. Ya había transcurrido casi un año desde la salida de Egipto y con las donaciones de cada uno de los hijos de Israel y la dirección arquitectónica de Betsalel y Aholiav, se termina la obra. Corresponde a Moshé supervisar y bendecir dicho trabajo, de tal suerte que la belleza de la construcción no quedara en la simple apariencia, y que su dimensión espiritual quedara garantizada.

En esta ocasión reproducimos un extracto del comentario de Gustavo D. Perednik, de la Universidad Hebrea de Jerusalem, en el que se señala que se trata de una “buena enseñanza para nuestra época, tan adicta a lo formalmente bello y alejada de lo profundamente espiritual”.
Perednik se refiere a otra característica del relato que no salta a la vista. “Es que viene precedido-escribe-por tres versículos que no están relacionados con la construcción y nos hablan nuevamente del reposo sabático:-seis días trabajarás mas el día séptimo será para vosotros santo, Sábado de reposo en honor del Eterno”.

Las tareas prohibidas

Precisa que “esta breve introducción al tema del Tabernáculo, permitió a nuestros Sabios (z”l) deducir que las tareas prohibidas en Shabat son precisamente las derivadas de las 39 aplicadas en la realización de aquella obra. Se las denominan avot melajot y son once relativas a tareas agrícolas (sembrar, arar, segar, engavilar, quebrantar, recoger, limpiar, moler, depurar, amasar y cocer); trece relativas a cueros y telas (esquilar, lavar, mullir, teñir, hilar, tejer, entrelazar, tramar, separar, anudar, desanudar, coser y desgarrar); siete relativas a la caza (cazar, matar, despellejar, salar, curtir, pulir y cortar); y ocho tareas generales (escribir, borrar, edificar, demoler, encender, apagar, martillar y transportar)”.
Gustavo D. Perednik explica que “con frecuencia se ha intentado develar cuál es el principio fundamental que sostiene a las tareas previamente mencionadas, que permite crear desde nuestra pasividad el clima sabático. Pocos han logrado llegar a definiciones convincentes. Uno de ellos fue el gran líder de la neo-ortodoxia, Shimshon Rafael Hirsh, quien en su monumental obra “Jórev” (1837) define a las restricciones sabáticas como el medio para que el hombre deje de lado su capacidad de dominio sobre lo creado y logre así una vez por semana, reafirmar la supremacía del Eterno en el Universo. Las normas del Shabat son entonces nuestra gran oportunidad para no interferir en la naturaleza y así testimoniar la presencia del Creador en nuestras vidas”.

Fuentes: Centro Educativo Sefaradí de Jerusalem (Israel), Boletín de CJTF.