Parashat Ajare Mot-KedoshimShabat, 10 de Iyar 5773Vayikrá 16-20Haftará: Ezequiel 20:2-20 (Sefaradí)Amós 9:7-15 (Ashkenazi)
“Y habló el
Eterno a Moisés después de la muerte de los hijos de Aharón, cuando se
acercaron frente al Todopoderoso y murieron”.
Como bien es
sabido, fue al inaugurarse el Mishkán o Santuario del Desierto, que dos de los
hijos de Aharón, Nadav y Abihu, al ofrecer un incienso en el Sancta Sancturum,
sin autorización previa, fueron consumidos por un fuego celestial quedando
exánimes sus cuerpos en el Sacrosanto
lugar.
Según señala
el profesor Mario Suli, “cabe preguntar, en un día tan importante para Am
Israel, en gente de tal relevante categoría como lo eran quienes descendían
directamente de Ahrón el Sumo Sacerdote, y primordialmente en quienes no habían
pecado en su vida, habida cuenta de que eran muy jóvenes: ¿se concibe entonces
tal suceso..? ¿Qué tan grave falta
vinieron a enmendar? Y, ¿por qué Aharón, su padre, debió sufrir la pérdida
física de dos hijos?”.
Después de
aquella tragedia, D-s les advierte a Aharón y sus dos hijos restantes que no
ingresen al Santuario en cualquier momento, no sea que mueran también ellos,
sino únicamente cuando deban llevar a cabo los servicios correspondientes a su
labor.
La parashat
Ajare Mot se lee en la mañana de Yom Kipur (Día del Perdón) en todas las
comunidades del mundo. Esto se debe a que es aquí cuando D-s le ordena a
Aharón, el Kohen Gadol o Sumo Sacerdote, las reglas del sagrado y arduo servicio que se oficia en el
Santuario en esa fecha tan señalada o trascendental.
Con respecto
a la porción Kedoshim, D-s ordena al pueblo de Israel a que sea excelso en
Santidad. “Excelsos en Santidad seréis”.
D-s exige de
cada uno de los yehudim el máximo nivel de excelencia moral y espiritual que le
sea posible alcanzar y ordena a todos en general y, a cada uno en particular,
que cada día, a cada hora y en toda
ocasión, se aspire y procure lograr el grado de mayor perfección en todos los
aspectos de la vida. Así como Él es excelso y perfecto en todo, quiere que lo
deseemos ser”.
En esta porción se detallan un conjunto de reglas o mandamientos que van desde honrar a nuestros padres, no robar, santificar el Shabat y las fiestas, no caer en la maledicencia o en la calumnia, etc.