jueves, 18 de abril de 2013

"Excelsos en Santidad seréis"



Parashat Ajare Mot-Kedoshim
Shabat, 10 de Iyar 5773
Vayikrá 16-20
Haftará: Ezequiel 20:2-20 (Sefaradí)
Amós 9:7-15 (Ashkenazi)



“Y habló el Eterno a Moisés después de la muerte de los hijos de Aharón, cuando se acercaron frente al Todopoderoso y murieron”.
Como bien es sabido, fue al inaugurarse el Mishkán o Santuario del Desierto, que dos de los hijos de Aharón, Nadav y Abihu, al ofrecer un incienso en el Sancta Sancturum, sin autorización previa, fueron consumidos por un fuego celestial quedando exánimes sus cuerpos en el  Sacrosanto lugar.
Según señala el profesor Mario Suli, “cabe preguntar, en un día tan importante para Am Israel, en gente de tal relevante categoría como lo eran quienes descendían directamente de Ahrón el Sumo Sacerdote, y primordialmente en quienes no habían pecado en su vida, habida cuenta de que eran muy jóvenes: ¿se concibe entonces tal suceso..?  ¿Qué tan grave falta vinieron a enmendar? Y, ¿por qué Aharón, su padre, debió sufrir la pérdida física de dos hijos?”.
Después de aquella tragedia, D-s les advierte a Aharón y sus dos hijos restantes que no ingresen al Santuario en cualquier momento, no sea que mueran también ellos, sino únicamente cuando deban llevar a cabo los servicios correspondientes a su labor.
La parashat Ajare Mot se lee en la mañana de Yom Kipur (Día del Perdón) en todas las comunidades del mundo. Esto se debe a que es aquí cuando D-s le ordena a Aharón, el Kohen Gadol o Sumo Sacerdote, las reglas del  sagrado y arduo servicio que se oficia en el Santuario en esa fecha tan señalada o trascendental.
Con respecto a la porción Kedoshim, D-s ordena al pueblo de Israel a que sea excelso en Santidad. “Excelsos en Santidad seréis”.
D-s exige de cada uno de los yehudim el máximo nivel de excelencia moral y espiritual que le sea posible alcanzar y ordena a todos en general y, a cada uno en particular, que cada día,  a cada hora y en toda ocasión, se aspire y procure lograr el grado de mayor perfección en todos los aspectos de la vida. Así como Él es excelso y perfecto en todo, quiere que lo deseemos ser”.
En esta porción se detallan un conjunto de reglas o mandamientos que van desde honrar a nuestros padres, no robar, santificar el Shabat y las fiestas, no caer en la maledicencia o en la calumnia, etc.