“Jueces y Policías has de instalar”. La administración de justicia y la defensa de los derechos humanos conforman un valor esencial del Judaísmo, según se desprende del contenido de la parashat que leemos esta semana Shofetim (Devarim 16:18-21:9). Cuando la humanidad se encontraba todavía inmersa en el oscurantismo político y social, regida por los que detentaban el poder de la fuerza bruta, la Torá ya legislaba al pueblo de Israel con las reglas básicas de la Justicia y el Derecho.
Según escribe el rabí Mordejai Babor, “hay gente que
considera que las leyes de la justicia son para los demás. Por esto, la Torá
señala que “los jueces son para ti”.
La institución jurídica judía consta de tres cuerpos
legislativos: la Corte Suprema de Justicia (Sanhedré Guedolá), integrada por 71
miembros y tenía su sede en Jerusalem; el Tribunal General (Senhedré Ketanna),
con 23 magistrados; y el Juzgado Común (Bet Din), compuesto por tres jueces y
rige en cada población. Esta última institución pervive hasta hoy en día y es
competente en los asuntos civiles y
económicos, así como de otra naturaleza.
Por otro lado, a grandes rasgos, cabe señalar que la parashat
de esta semana comprende una serie de pautas en la aplicación de las garantías
procesales derivadas de la instrucción y desarrollo de un juicio, de tal manera
que prohíbe la aceptación de sobornos y las preferencias en el juicio, la
prevaricación. Regula los requisitos indispensables para la celebración y
validez de un juicio, con la presencia de testigos.