viernes, 23 de mayo de 2014

Elevando nuestro espíritu en el desierto



Lectura de la Torá para Shabat, 24 de iyar de 5774
39 días del Omer

Shabat Maverjim
Parashat Bamidbar
Bamidbar 1:1-4:20
Haftará: Oseas 2:1-22

1 (1) Y le dijo el Eterno a Moisés en el desierto de Sinai, en el Tabernáculo, el día primero del segundo mes del segundo año, después de la partida de la tierra de Egipto: (2) “Haced el censo de toda la congregación de los hijos de Israel, por sus familias y sus casas paternas, tomando en consideración los varones (3) de veinte años para arriba, es decir, todos los hombres aptos para empuñar armas en Israel. Tú y Aarón, los contaréis según sus escuadras…”.

Este Shabat iniciamos la lectura del cuarto de los cinco libros de la Torá, es decir, Números, o Bamidbar, que literalmente significa en el Desierto. Este libro comprende 10 parashiot Bamidbar, Naso, Beha-Aloteja. Shlaj-Leja, Koraj, Jukat, Balak, Pinjas, Matot y Mase.
En esta parashat se nos muestra el censo del pueblo de Israel en el desierto. Al respecto, el rabino Sam Kassin escribe: “Cuando nos dimos cuenta de que nuestros antepasados pasaron 40 años viajando en la arena seca y caliente, y al mismo tiempo, eran capaces de una gran elevación espiritual, sabemos que pasa ser verdaderamente tenidos en cuenta en este mundo uno no debe considerar dónde está, sino quién es”.
“Aún si se vive en un palacio magnífico-añade-no tiene garantías de una vida Divina. A través de la historia humana, grandes hombres y mujeres, limitados por  las discapacidades humanas, aspiraban a la fama intencional y ellos vencieron su situación como en el desierto convirtiendo a la arena seca en una floreciente pradera”.
El rab Kassin señala que “nunca tomamos descanso de la vida sinagogal, ni tampoco tenemos recreo en el cumplimiento de los mandamientos Divinos. La Torá fue entregada en el desierto, para lograr en nosotros la eternidad de sus leyes y preceptos. Decididamente, observar la Torá de D-s todo el tiempo y en todos los lugares y, de este modo, haremos eterna la fe de nuestros antepasados, quienes viajaron a través del desierto hacia la Tierra Prometida”.
Por otro lado, en consonancia con lo expresado por el rabino Eli Levy, de Jabad, “la Torá es un mensaje vivo para nuestras vidas, en la vida tenemos momentos lindos y momentos no tan buenos. A veces nos va a tocar cruzar el desierto sin agua ni esperanza. Pero viene la Torá y nos dice: después del desierto entramos a la Tierra de Israel, a la Tierra Santa”.