La Sinagoga Rambam de La Moraleja de Madrid renovó el pasado miércoles su equipo de trabajo, que consta de cuatro áreas operativas básicas, según se indica en un comunicado de la institución.
La coordinación
de las cuatro áreas de trabajo corre a cargo de Armando Chocrón, Financiamiento
(Administración y Generación de Recursos Propios); Andy Ergas, Relaciones
Institucionales; y Shajar Isaura Portillo, Comunicaciones y Logística. Queda
aún vacante el área de Jaguim y celebraciones significativas en el ciclo de
vida judío.
Con motivo de
la renovación del equipo de gestión el presidente de la Sinagoga Rambam, Isacc
Hachuel, dirigió un mensaje que reproducimos íntegra y textualmente:
Nuestra
entidad, gracias a Di-os crece y con ello sus necesidades, pero también la
oportunidad de desarrollar sus actividades bajo un marco judío, en el que
valores tales como la creatividad, la responsabilidad individual y colectiva;
así como la solidaridad deben hacerse patentes.
En
este contexto, la colaboración de los javerim y javerot es muy importante para
proponer iniciativas viables que nos permitan generar recursos, así como para
contribuir a hacerlas realidad.
Las
relaciones de la Sinagoga RAMBAM con la CJM (de la que es parte indisoluble) y
con el Colegio Estrella Toledano (con el que comparte las instalaciones del
Centro Ibn Gabirol), así como otras instancias de la vida institucional judía,
requieren mayor eficacia y racionalidad, con objeto de facilitar la
coordinación, operación y desempeño fructífero que favorezca una vida judía
cada vez más rica en Madrid y el uso eficiente de los recursos y capacidades.
A
medida que felizmente nuestra comunidad se fortalece, disfruta vivir su
identidad con apertura, espiritualidad, alegría y cada vez mayor conocimiento.
De ahí, que la celebración colectiva las Festividades judías, pero también los
momentos personales y familiares más significativos en términos de felicidad o
pena, demandan un mayor cuidado y atención.
En
este sentido, convocamos a todos a sumarse a la alegría de servir y compartir.
Con el apoyo de todos, los kidushim, los Jaguim, los Shabatones, los Bar y Bat
Mitzvá, las Najalot, entre otros, nos permitirán demostrar nuestro cariño a los
demás javerim y hacer realidad una vida comunitaria plena.
La
comunicación fluida y precisa permitirá que todos los miembros no sólo nos
mantengamos informados, sino que podamos participar (con el mismo grado de
conocimiento) en las decisiones de nuestro oratorio.
Esta
misma fluidez y precisión facilitarán un diálogo con instancias externas. En
esta tarea, se mantendrá una estrecha coordinación con las otras áreas de
atención, previamente referidas. De tal suerte, que se favorezca la
transparencia y el entendimiento.
De
igual manera, es importante cuidar que las necesidades logísticas comunitarias
se puedan solventar de la manera más eficaz posible, a partir de aquellos
recursos materiales y humanos que la sinagoga RAMBAM de La Moraleja se procure.
Recordemos:
Si no soy para
mí, ¿quién?
Si sólo para
mí, ¿para qué?
Si no es hoy,
¿cuándo?