En este Shabat próximo, 27 de mayo de 2017/2 de Siván de 5777) que antecede a la fiesta de Shavuot*, comenzamos la lectura del tercer libro de la Torá, el tomo conocido como Números o Bamidbar, literalmente, en el Desierto. Es decir, leemos la parashat Bamidar, Números 1:1-4:20, cuya haftará se corresponde con Oseas 2:1-22. En este tercer libro se contienen las parashiot o porciones, Bamidbar, Naso, Beha-Aloteja, Shelaj-Leja, Koraj, Jukat, Balak, Pinjas, Matot, Mase.
En esta
porción se detalla todo lo relativo al mandamiento de elaborar un censo de Am
Israel y según escribe Harav Sam Kassin, de Shehebar Sephardic Center de
Jerusalem (Israel), “cuando nos dimos cuenta de que nuestros antepasados
pasaron 40 años viajando por arena seca y caliente, y al mismo tiempo eran
capaces de una gran elevación espiritual, sabemos que para ser verdaderamente
tenidos en cuenta en este mundo, uno no debe considerar dónde está, sino quién
es”.
Agrega, a
modo de ejemplo, que “aún así si se vive en un palacio magnífico, no se tiene
garantías de una vida divina. A través de la historia humana, grandes hombres y
mujeres limitados por las discapacidades humanas, aspiraban a la fama
intencional y ellos vencieron su situación como en el desierto convirtiendo la
arena seca en una floreciente pradera”.
Harav Kassin
explica que “nosotros nunca tomamos descanso de la vida sinagogal, ni tampoco
tenemos recreo en el cumplimiento de los mandamientos divinos. La Torá fue
entregada en el desierto, para lograr en nosotros la eternidad de sus leyes y
preceptos. Decidamos observar la Torá de D-s todo el tiempo y en todos los
lugares y, de este modo, perpetuaremos la fe de nuestros antepasados, quienes
viajaron a través del desierto hacia la Tierra Prometida”.
*Fiesta de las Semanas o de la Recepción de la Torá.