Shavuot, que significa literalmente semanas, o Jag Shavuot, constituye la segunda de las tres fiestas de peregrinación que los judíos celebran cada año el 6 de Siván, en Israel, y el 6 y 7, en la Diáspora. Esta coincide con los días 14 y 15 de este mes de mayo. La festividad se incia con la puesta del sol de este martes y concluye una hora más tarde de la puesta del sol del próximo jueves, en la Diáspora.
Esta celebración se sustenta en el
mandato de la Torá de contar siete semanas desde la segunda noche de Pesaj, y
celebrar el día 50 como un día santo (Vayikrá, 23:15-16.21; Devarim 16:10),
también conocido con la expresión popular no judía de Pentecostés (del griego
día 50). Pero Shavuot se le conoce también como Fiesta de la Cosecha o Jag
Hakatzir, cuando concluye la recolección de la cebada y comienza la estación de
la cosecha del trigo (Shemot 23:16), Día de las Primicias o Yom Habicurim, que
se corresponde a la época en que se llevaban al Templo los primeros frutos de
la cosecha del trigo (Bamidbar 28:26; Shemot 34:22, 23:16; Vayokrá 23:17) y Atzeret
con la finalización de la asamblea solemne de los rabinos que consideraron como
un proceso continuo de la redención, de la liberación física del Pueblo de
Israel desde Pesaj hasta la libertad espiritual obtenida en Shavuot por medio
de la entrega de la Torá por D-s. En esta fecha se conmemoran los
acontecimientos acaecidos en el Monte Sinai el día 6 de Siván y solaparon los
aspectos originales (agrícolas) de Shavuot. La entrega de la Torá se la define
asimismo como Zemán Matán Torateinu (“Epoca de la entrega de nuestra Ley”).
La liturgia
incluye la recitación del Halel, la lectura de la Torá: Hazcarat neshamot y
musaf. La lectura de la Torá para este día incluye la porción sobre los Diez
Mandamientos en el primer día fuera de Israel. Las comunidades ashkenazitas,
tras el servicio matutino, suelen leer el Libro de Ruth debido a su vinculación
con la fecha de la cosecha y con el nacimiento del Rey David, descendiente de
Ruth.
Israel
recibió 613 mitzvot. D-s exige de los gentiles siete. Si se juntan suman 620.
Es decir es el mismo número de los Diez Mandamientos.
La Torá no
es sólo un libro de leyes, ni de historia ni de ciencia ni de profecías, pero
es todo a la vez, de tal manera que ninguna sabiduría le es ajena, según
escribe Vidal Elgazy en su obra “El Ciclo del Año”.
La Torá fue
entregada después de más de 2.000 años de la Creación, pero en realidad la
precedió. Según nuestros sabios, D-s observó la Torá y creó el mundo.
La Torá es,
pues, el plano del que D-s se sirvió para crear el universo. Se le define como
el soporte con el que D-s sostiene la Tierra, pues éste retornaría al caos si
durante un instante no se estudiase la Torá en ninguna parte.