El pueblo judío, en Israel y la diáspora, celebra el Año Nuevo o Rosh Hashana 5782 desde la puesta del sol del lunes, 6 de septiembre, y durante el martes y muércoles, 7 y 8 de septiembre. Rosh Hashaná, literalmente, cabeza de año, comienza con la luna nueva, al igual que los meses del calendario hebreo.
En las Islas Canarias lo festejan en torno a unas 70 familias repartidas entre las Islas, mayormente, en Las Palmas de Gran Canaria, donde la comunidad es mucho más amplia y activa; y Tenerife.
Rosh Hashaná tiene lugar los dos primeros días del mes hebreo de Tishrei. En ningún lugar de la Torah (Jumash/Pentateuco) se hace alusión a que el año nuevo sea a comienzos del séptimo mes de nuestro calendario. Esta solemne festividad se la define en el Tanaj como Yom Teruá (Día del Toque del Shofar) o Zicarón Teruá (Recordación del Toque del Shofar). También Rosh Hashaná se le identifica en la liturgia como Yom Zikarón (Día del Recuerdo) y Yom Hadín (Día del Juicio).
El concepto de Año Nuevo, tal como lo conocemos actualmente, aparece sólo en la Mishná (Repetición de la Torá) que indica: “El primero de Tishrei comienza el año del calendario”. (Tratado de Rosh Hashaná 1:1). Sin embargo, el comienzo de los meses es en el mes de Aviv o de la primavera, que se le conoce como Nisán, en el que tuvo lugar el fin de la esclavitud y la salida de Egipto del pueblo de Israel.
El Año Nuevo Judío señala el advenimiento de las festividades solemnes e introduce los días de penitencia anuales, los diez días que median hasta Yom Kipur o Día del Perdón, Yamim Noraim. Gran parte de estos dos días festivos transcurre en medio de la plegaria y la introspección, en los que tiene lugar el toque del cuerno de carnero o shofar, que comprende varias asociaciones simbólicas, a excepción de si el primer día de Rosh Hashaná cae en Sábado, en que no se toca.
Rosh Hashaná no posee la alegría de otros días santos, como las tres fiestas de peregrinaje (Shalosh Regalim): Pesaj (Pascua), Shavuot (Semanas) y Sucot (Cabañas), y por tanto, en los rezos se omite el recitado del Halel.
Leyes y costumbres
Las leyes y costumbres que rigen la observancia de la festividad comprenden el remojado del pan empleado para la bendición (hamotzi) después del kidush (bendición sobre el vino) en miel en vez de sal y también trozos de manzana en miel, lo que simboliza la esperanza judía de que el año será dulce; se utilizan hogazas de pan redondas en la mesa en vez de la jalá plana (pan trenzado), se comen la cabeza de pescado y zanahorias, símbolos de liderazgo y fertilidad; se evitan las nueces, dado que en hebreo (egoz) nuez equivale al término hebreo de la Mishná jet (pecado) en gematría; y se arrojan los pecados al mar, lago o a un río mediante la ceremonia del tashli, la primera tarde de Rosh Hashaná o en la segunda si el primer día cae en Shabat (día de descanso).
Rige la costumbre de poner en la mesa durante las dos cenas de Rosh Hashaná manzanas con miel, dátiles, granadas, acelgas, poros o puerro, alubias y calabaza.
En esta fiesta hay que comer, beber y alegrarse, por lo que se prohíbe ayunar. Se acostumbra presentar la mesa con frutas y verduras y hay quienes comen pescado como un signo del deseo de multiplicarse como los peces, especialmente, si la festividad cae en Shabat, aunque hay quienes se abstienen de hacerlo.