jueves, 7 de noviembre de 2013

“Y subió Yaakov…y se encaminó”.



Lectura de la Torá para Shabat, 6 de Kislev de 5774
Sábado, 9 de noviembre de 2013
Parashat Vaietse
Bereshit 28:10-32:3
Haftará: Oseas 11:7-12-12 (Nusaj Sefaradi)
Oseas 12:13-14:10 (Nusaj Ashkenazi)



“Y subió Yaakov…y se encaminó”. De esta redundancia se desprende que Yaakov no se fue directamente a Jharán, sino que partió hacia Beersheva y se dirigió a la escuela de Shem y Éber, donde permaneció 14 años y luego se fue a Jharán. Tomó estas decisiones porque consideraba necesario imbuirse de una gran dosis de fuerza espiritual y moral para luego afrontar las difíciles pruebas que sabía que tendría que superar.
En esta parashat, entre otros aspectos, se alude a la visión que tuvo Yaakov, la escalera que partía desde la Tierra al Cielo, en la que se contiene innumerables mensajes espirituales y refleja el real y principal propósito de la existencia humana en el mundo. Esa escalera constituye un reflejo de la vida transitoria.
Su vida es una sucesión de pruebas, figurando entre las más llamativas el largo período que discurrió junto a Labán, su suegro, y la astucia con la que fue tratado, dado le engañó al darle primero a Lea por esposa, en vez de a Rajel, con la que terminaría casándose después de haber trabajado siete años, que para Yaakov eran como días por el amor que le profesaba. De él surgen las 12 tribus de Israel y se consolida el precepto del diezmo instituido por Abraham Avinu, a saber, separar el diezmo de las ganancias para destinarlos a buenas obras.