jueves, 6 de marzo de 2014

Los sacrificios como ofrendas de gratitud y de expiación



Lectura de la Torá para Shabat, 6 de Adar Bet de 5774
Sábado, 8 de marzo de 2014
Parashat Vayikrá
Vayikrá 1:5
Haftará: Isaías 43:21-44:23
1(1) Y el Eterno llamó a Moisés y le habló desde el Tabernáculo diciéndole: (2) “Dile a los hijos de Israel: Cuando alguno de vosotros quiera brindar una ofrenda de ganado al Eterno, la hará de vacuno o de ovino. (3) Si es de vacuno, será macho sin mácula. Así lo presentará a la entrada del Tabernáculo ante el Eterno. (4) Y apoyará su mano en la cabeza del animal, que le será aceptado para la expiación. (5) Y degollará el ternero ante el Eterno, y los sacerdotes, hijos de Aarón, ofrecerán la sangre que rociarán en derredor del altar que está junto a la entrada del Tabernáculo…”.
La firma de su Autor (יהוה) está estampada en la primera frase de esta parashat. A grandes rasgos, Vayikrá detalla los distintos tipos de ofrendas o korbanot (holocaustos o sacrificios). El término korbán-sacrificio-que aparece en el versículo segundo, según señala el rabí Mordejay Babor, se debería traducir como ofrenda de acercamiento, porque era una manera de presentarse ante D-s y expresar una proximidad hacia Él. El korbán se llevaba, en ocasiones, por un impulso espontáneo y voluntario, como signo de alegría y gratitud, según indica el exégeta, o para cumplir con una obligación, ya sea por una festividad, ya sea por expiación de culpa. No obstante, se lleva como sacrificio porque implicaba presentar un animal para sacrificarlo ante el Altar del Santuario.

El rab Babor agrega en su comentario de esta parashat que “cabe destacar que esta acción, lejos de ser un acto de salvajismo o fetichismo pagano, constituía una forma sagrada y solemne de sacrificar un animal para consumir su carne, ya que solo los de especie kasher eran aptos para tal fin”.
Vayikrá da título al tercer libro de la Torá, cuya lectura iniciamos en este Shabat. Este libro, considerado central de la Torá, comprende diez porciones a saber: Vayikrá, Tsav, Shemini, Tazría, Metsorá, Ajare-Mot, Kedoshin, Emor, Behar y Bejukotay.
Por otro lado, el rab Iosef Bittón señala que “una explicación muy original sobre el destino de los korbanot es la escrita por Shemuel David Luzzato (Italia, 1865). Observa que la iniciativa del korbán fue por parte del hombre: Kaín y Hébel ofrecieron sacrificios, lo mismo, Noaj, lo mismo, Abraham; D-s no ordenó los sacrificios, pero los permitió. En segundo lugar nos dice: el korbán era el medio que tenía el hombre de agradecer a D-s, ofreciéndole algo de su propiedad”.
“El problema-añade Iosef Bittón-era que el hombre no podía acercar físicamente su ofrenda a D-s, si lo tiraba hacia arriba, siempre volvía a caer. Entonces descubrió que si quemaba su ofrenda, ésta se consumía y su humo se elevaba. El sacrificio había llegado a los cielos. Así el hombre expresaba su agradecimiento a D-s por todo lo qué Él le había dado”.
En la actualidad el rezo o la plegaria reemplaza el korbán.