Shabat Yerushalayim, parashat Behar-Bejukotay

Rav Yerahmiel Barylka.

Reflexiones del Rav Yerahmiel Barylka*

Sentimos que .A. se revela en los acontecimientos históricos; y para ver esto necesitamos del “ojo interior” del que nos hablaba el gran Iehudá Haleví. La ciudad de Yerushalaim, se llamó Shalem una forma de la palabra Shalom, paz. Eso es cierto, aunque Yerushalaim haya sufrido los estragos de la guerra en lugar que las bendiciones de la paz. Shalem significa entero, completo, total, unido, de una pieza, ileso, perfecto, absoluto, acabado, cabal e indiviso. Esta reunificación es en sí misma una revelación de la preocupación divina.

.A. se revela en este evento histórico, y esta revelación no puede pasar desapercibida por nuestra visión de judíos creyentes. Es obvio que no todo el mundo está de acuerdo en que .A. tiene nada que ver ello. Hay quienes explican la indivisión de Yerushalaim como un hecho natural y lo explican con argumentos geo-políticos y militares, como un hecho natural. También algunos de los que estuvieron a los pies del Sinaí envueltos en una teofanía histórica, la negaron.

Tal como hoy hay quienes niegan la revelación del Sinaí, hay quienes no le dan ninguna importancia a Yerushalaim y a la realidad que está liberada, incluso cuando pasean por sus calles y piensan que hubiera sido mejor que se mantenga dividida.

Nosotros debemos saber que quien no se alegra con la liberación de Yerushalaim hace el juego a quienes quieren que deje de ser nuestra capital política y religiosa.

Quien reniega de Yerushalaim judía reniega del Estado de Israel todo.

Y niega con sus palabras y su pensamiento la presencia divina en la historia y borra con el codo las oraciones que dijeron nuestros ancestros por milenios y dejan vacío de contenido las que ellos expresan. Que tengamos el privilegio de poder enaltecernos con la revelación de Sinaí y de gozar con el regalo maravilloso de haber recobrado lo que siempre fue nuestro. Así podremos recibir al profeta Eliahu cuando venga en nuestros días a anunciarnos el comienzo de la redención y el surgimiento de una era nueva de paz y justicia universal.

Jag Yerushalaim Sameaj.

*Rav Yerahmiel Barylka. Sinagoga Rambam. La Moraleja. Madrid.