lunes, 21 de septiembre de 2015

Parahat Haazinu

Reflexiones del Rav Yerahmiel Barylka*

Parashat Haazinu es única entre todas las parashiot de la Torá porque consiste casi en su totalidad (cuarenta y tres, de cincuenta y dos versos) de una “Shirá”, un poema o una canción, que es una profecía de lo que va a ocurrir a los hijos de Israel, en algún momento en el futuro, después de su entrada a Canaán. Hacia el final de la parashá de la semana pasada, el Todopoderoso mismo forma Moshe del propósito subyacente de este poema: “... Por tanto, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel. Porque yo le introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerá, y se aciará, y se engordará; y se volverá a dioses ajenos, y les servirán, y me enojarán, y anularán mi pacto. 
Y será que cuando le vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara por testigo, que no será olvidada de la boca de su simiente; porque yo conozco su ingenio, y lo que hace hoy antes que le introduzca en la tierra que juré.... “(31: 19-21).
La canción de Haazinu, que prevé el abandono de los israelitas de Dios y el castigo que siguió, testifica que el Todopoderoso ha prevenido a su pueblo de la causalidad pecado-castigo. En palabras de Ibn Ezra (31:19), “es como si la canción responde a los que dicen: ”¿Por qué tiene nos suceden estas dificultades? 

”Cuando ocurre calamidad, la nación debe mirar a Haazinu para el explicación teológica del exilio. La canción deja claro que Dios abandona a su pueblo sólo cuando primero ellos le abandonan. La discusión talmúdica entre Rabí Iehudá y Rabí Nejemiá, puede resolverse de la siguiente manera: Shirat Haazinu es un poema sobre la providencia, el testimonio de la participación eterna de Dios en los asuntos mundanos. Atestigua la garantía de Dios que Él nunca abandona a su pueblo. Por lo tanto, según el rabino Nejemiá, la canción debe incorporar la respuesta de Dios a la negación de los paganos de su intervención. Esta respuesta de hecho se encuentra en el corazón del mensaje que la Shirá transmite, el mensaje de la supervisión interminable de Dios, y su participación en el cielo y la tierra a las que Moshé se dirige con su cántico de Haazinu. Rabí Iehudá, al parecer, ve la Shirá como dedicada por entero a la causa del sufrimiento del pueblo judío. Por lo tanto, no tiene ninguna razón para pensar en la negación de los enemigos de la providencia y sus repercusiones. Para el rabino Nejemiá, sin embargo, el concepto de la providencia constituye el objeto principal y el tema de Shirat Haazinu. Se da testimonio de la eternidad de Am Israel, que se hace posible gracias a la doctrina eterna de “hashgajá” - la divina providencia. 
*Harav Yerahmiel Barylka.
Sinagoga Rambam de Madrid.