Shabat, 20 adar 5773.
Shabat Pará
Parashat Ki Tisa
Shemot 30:11-34:35
Séfer Sheni: Bamidbar 10:1-22
Haftará Ezequiel 36:16-36 (Sefaradí)
Ezequiel 36:18-38 (Ashkenazi).
Gran Sinagoga de Jerusalem (Israel) |
La parashat de esta semana nos relata, entre otras cosas, la entrega de
las Tablas de la Ley por D-s a Moshe Rabenu, en el Monte Sinai, y como el pueblo
de Israel se corrompe por causa del becerro de oro. Previamente al relato de la
revelación en el Monte Sinai, la parashat alude a la obligación de los hijos de
Israel de empadronarse a partir de los 20 años de edad y del deber de
cada uno de ellos de ofrecer un rescate por su alma para no sufrir la plaga por
empadronamiento, mediante el pago de medio siclo de sagrado o shekel hakodesh.
Igualmente, se refiere a la elaboración de los utensilios indispensables para
la ablución de las manos en el tabernáculo, al orden de las especies que han
conformar el óleo de la unción y de la composición de la ofrenda vegetal y vuelve referirse al mandamiento de guardar el
Shabat.
Una vez acontecida la dramática revelación en el Monte Sinai, el pueblo
de Israel pronto se revirtió hacia la idolatría. Mientras aún Moshe aún estaba
en la montaña, los israelitas se movilizaron para crear el becerro de oro y
para adorarlo. La descripción que la Tora hace de este hecho es bastante vívida
y estremecedora.
El Midrash añade un detalle interesante a la historia. Afirma que Jur,
uno de los guías israelitas, trató de resistir a la turba. Se opuso a la
construcción del becerro de oro y luchó con todas sus fuerzas para evitar la
terrible transgresión. Pero la turba era tan poderosa y tan incontrolable, que
los isrealitas no sólo no escucharon a Jur, sino que virtualmente lo
asesinaron.
Los israelitas que pecaron al adorar el becerro de oro fueron
castigados, pero el acto de heroísmo de Jur no fue olvidado. Cuando llegó el
momento de que D-s designara a alguien para designar el Mishkan (Tabernáculo),
Él eligió a Betsalel, un nieto de Jur. La Torá se toma el trabajo que Betsalel
era el nieto de Jur, recordando el martirio de su abuelo. La enseñanza de este
midrash consiste en que una persona necesita estar preparada para luchar por lo
correcto, aún a costa de su vida.