Lectura de la Torá para Shabat, 11 de Tevet de 5774
Sábado, 14 de diciembre de 2013Parashat Vaijhi
Bereshit 47:28-50:26
Haftará: I Reyes 2:1-12
La parashat de esta semana pone fin al primer libro de la Torá, Bereshit
(Génesis), en la que se relata los últimos momentos de nuestro tercer patriarca
Yaakov, quien reúne a sus hijos para despedirse de cada uno de ellos con una
bendición y una conversación, y la interpretación profética de los
acontecimientos que sobrevendrán a sus descendientes, lo que el pueblo de
Israel habrá de vivir. Sin embargo, esta parashat no tiene en su comienzo el espacio en blanco
correspondiente, como todas las parashot, sino que está cerrada, como si
ocultara su inicio, según comenta el rabí Mordejai Babor.
Por su parte, Rashí se pregunta por qué el inicio de esta porción de la Torá
aparece oculto y cerrado y responde que al fallecer Yaakov Avinu se comenzó a
cerrar la visión y el sentir de los hebreos en Egipto, o sea, que comenzaron a
cerrárseles las puertas, a limitarse sus derechos y libertades, y se cernió
sobre ellos la esclavitud. “Y vivió Yaakov 17 años”. El valor numérico de la
palabra Vaijhi suma 34 (ו'ח'=6+10+8+10), indicando que los años que el Patriarca Yaakov
realmente vivió (con Yosef) fueron 34.
Los primeros 17 que estuvo junto a su dilecto hijo hasta que desapareció y los
últimos 17 con él en Egipto.
“Y se acercaron los días de Israel a su fin” (29). No se refiere a la vida
de Yaakov, sino al fin de sus días, para indicarnos que la vida trasciende más
allá de este mundo.
“Luego Yaakov llamó a sus hijos y dijo:-reúnanse y les revelaré lo que
sucederá al final de los días-“.
“Con revelación-escribe el rabino Baruj Garzón-, el brillante comentario de
Rashí da una interpretación según la
cual Yaakov intentó revelar el futuro a sus hijos, pero se tornó cerrado. El
Zohar, un gran trabajo místico que da una interpretación esotérica y
existencial de la Torá, explica esta afirmación como sigue: “…en realidad, lo
que ocurrirá al final de los días representa simplemente el exilio de nuestro
pueblo y su retorno a la Tierra de Israel, donde comenzará, para toda la
humanidad, una era de justicia social y paz universal”. Esta revelación debería
ser anunciada de una manera más abierta, de modo que el pueblo de Israel no
perdiera la fe y la esperanza, ni siquiera en medio de la oscuridad de la
diáspora, de modo que pudiera vivir con la seguridad de un final feliz, después
de todas las tribulaciones y los horribles sufrimientos. Al mismo tiempo fue
anunciado en forma oculta, para alentar la indispensable participación de la
raza humana en la perfección de la creación, y en el final de la historia. Aquí
no estamos tratando simplemente con una visión que uno debe percibir, ni con
una idea que uno debe entender, ni siquiera con una ideología a la que uno debe
adherir”.
Agrega rabí Baruj Garzón que “una redención desde el exilio hacia Israel
será un resultado de todas estas acciones positivas (mitzvot), de las palabras
sinceras y de los pensamientos que somos capaces de desarrollar
individualmente, aquí y ahora”.
“Es claro que el triunfo de la justicia y la paz en la Época Mesiánica no
fue revelado en detalle, de modo que sea simplemente un concepto intelectual,
algo actuado en nuestra vida cotidiana. No sólo lo conseguiremos con una
actitud de espera, no simplemente rezando, sino con el coraje y el valor de
un individuo resuelto, en la vida
diaria, a ser capaz de construir, silenciosa y discretamente una unión de
justicia y de paz”.
Por otro lado, valga este apunte a este sucinto comentario, para señalar un
aspecto esencial al final de la parashat. “…Los recordará y redimirá D-s a
ustedes…”. (24 y 25) y Yosef les entrega a sus hermanos antes de morir las
palabras clave que deberán recordar para identificar al futuro enviado de D-s
que los sacará de Egipto. Algo más de dos siglos después, D-s envía Moshé y le dice: -Ve y reúnelos y diles; D-s
de nuestros padres dice: Los He recordado y voy a redimirlos a ustedes. Ellos
te entenderán y obedecerán-”.
Fuentes consultadas:
Rabinos Baruj Garzón (Centro Educativo Sefaradi de Jerusalem, Israel) y Mordejai Babor.