Lectura de
la Torá para Shabat (Rosh Jódesh Bet) 1
de Adar (Alef) de 5774
Shabat, 1 de
febrero de 2014
Parashat TerumáShemot 25:1-27:19Haftará: I Reyes 5:26:6-13
“Habla a los
hijos de Israel para que tomen para Mí una ofrenda, y esta será la ofrenda que
ellos tomarán: oro, plata y cobre”.
Nuestros
sabios se preguntaron, según comentario del rabí Abraham BeHaim, ¿por qué el
término Veikju (ellos tomen) usado en el texto? La palabra Veitenu (ellos den)
es más aceptable. Asimismo, explican que cuando nosotros damos la cantidad de
nuestras propias posesiones, nosotros estamos en realidad tomando o recibiendo
para nosotros mismos. La bendición más grande que D-s dio sobre nosotros es la
oportunidad de dar (tzedaká). Sin duda, un maravilloso e inconmensurable regalo.
Por medio del acto de dar, de ser generosos con nuestros semejantes y,
particularmente, con quienes más lo necesitan, somos salvados de la muerte
(Proverbios 10:2). El Talmud nos indica que “la caridad iguala a todos los
demás mandamientos (Babá Batrá, 9). Esta es realmente la fuente de las
oportunidades no importa que “aun un hombre
pobre está sujeto a la caridad y debería proveer caridad (Talmud Guitín,
76).
Sin embargo,
se establecen diferentes niveles en la entrega de la caridad: hay tzedaká de
oro, de plata y de cobre. Cuando una persona prospera y goza de buena salud da
de sí mismo a los demás, y procura que los demás le den, su ofrecimiento es
considerado como oro. Pero si él contribuye solamente porque está enfermo o
temeroso, o porque es forzado por la presencia de otras personas, su caridad
equivale a la plata. Y si él da porque es solamente su última voluntad y testamento,
esta ofrenda es menos valiosa y es equiparada al bronce.