domingo, 10 de mayo de 2020

Las enseñanzas y milagros de Lag BaÓmer

Cada 18 de Iyar se llega a la cuenta de Lag Baómer ל”ג בעומר, equivalente al valor numérico 33, y que este año, según el calendario común tiene lugar el 12 de Mayo de 2020, desde la noche precedente. Lag Baómer es el resultado de la suma de las letras ל y ג. La primera equivale a 30 y la segunda a 3.
Este trigésimo tercer día representa un paréntesis en la cuenta del Ómer ó  Sefirat HaÓmer. De acuerdo a los registros históricos, bajo el mandato del emperador romano Adriano (siglo II de la era común) murieron, por causa de una epidemia, 24.000 alumnos de Rabí Akiva. Según recoge el Talmud, los alumnos de Rabí Akiva, participaron en la revuelta de Bar Kojvá, última tentativa de los judíos de reconquistar Israel frente a los Romanos (año 132 de la era común). Sus alumnos murieron heroicamente, legando a los pueblos del mundo un ejemplo de valentía en defensa de Eretz Israel. Según nuestros sabios, la epidemia, que había hecho presa de ellos, cesó en Lag BaOmer, y desde entonces dicha fecha se convirtió en un día de gran fiesta. 

Esta fecha tambien se vincula al recuerdo de Rabí Simón Bar Yojai (siglo II de la era común). Antes de morir (en Lag BaOmer), rogó a sus discípulos que su muerte fuese recordada con festejos. Una de las principales enseñanzas que nos legó Rabí Shimón Bar Yojai es que los judíos somos individualmente responsables por nuestro prójimo y como ejemplo relató el siguiente caso: “Cierta vez uno de los pasajeros de un barco tomó un pico y comenzó hacer un orificio debajo de su asiento. Los restantes pasajeros comenzaron enseguida a retarlo, a lo que él le respondió: ‘¡Qué les importa a ustedes lo que yo hago debajo de mi asiento!, ¡yo he pagado por él! ¡Tonto! – Respondieron los pasajeros -. ¡Tú has pagado por el viaje, pero no tienes derecho a perforar el barco, ni siquiera debajo de tu asiento, porque de lo contrario nos hundiremos todos!’. De la misma manera ocurre con el Pueblo Judío, ya que el comportamiento de cada uno influye sobre los demás”.

Rabí Shimóm Bar Yojai

Como ya indicamos, el día de Lag BaÓmer conmemora la desaparición física de Rabí Shimon Bar Yojai. Sin embargo, el afamado erudito autor de la obra Shoel Umeshib se pregunta por qué si conmemoramos la muerte del gran tanaíta lo hacemos alegrándonos, según se indica en el estudio que realiza Halacha Yomit. Pero en las responsas rabínicas Shem Arie escribe que el motivo por el cual nos alegramos este día es, según escribe el Talmud (Shabat 33b), que el imperio romano había decretado la pena de muerte sobre Rabí Shimon Bar Yojai y milagrosamente pudo escapar de la espada malvada de los romanos, por ello debemos alegrarnos el día en que falleció como cualquier otro ser humano y no asesinado por los malvados, reconocemos el milagro divino que lo protegió.
En cuanto a la afirmación de que Rabí Shimon Bar Yojai falleció el día de Lag BaÓmer, escribe el Hid”a que en realidad no falleció el día de Lag Ba’Omer, es un error afirmar esto. Y demuestra su afirmación citando los escritos de Rabí Shemuel Vital z”l quien se explaya explicando los motivos ocultos de los días del Omer y especialmente de Lag Ba’Omer y en ningún momento cita que este día falleció Rabí Shimon Bar Yojai. Por ello, escribe que la alegría que embarga éste día es básicamente debida a que Rabí Akivá comenzó a enseñar a sus nuevos cinco alumnos quienes volvieron a difundir la Torá en el mundo, lo cual continúa aún en la actualidad alimentando nuestras vidas.
Algunos suelen visitar la tumba del tanaíta Rabí Shimon Bar Yojai  en este día y dedicarse allí a la lectura de los Tehilim –Salmos- y orar. Y ya dijeron nuestros sabios (Baba Batra 78b) sobre el versículo: “Venid a las cuentas…”, venid a las cuentas del mundo, el perjuicio que ocasiona un precepto ante su recompensa, y el beneficio de un pecado ante la pérdida que crea. O sea, que cada persona debe recapacitar y analizar sus acciones y si estas son aceptadas por el Eterno. Por ello el día de Lag Baómer es apropiado visitar la tumba de los grandes justos para que ello nos ayude a determinar la propiedad de nuestro proceder.
En la obra Sede Hemed  escribe que  el día de Lag BaÓmer fueron revelados secretos ocultos de la Torá por medio de Rabí Shimon Bar Yojai y por ello nos alegramos este día, y cita que lo mismo afirmaron los eruditos de la ciudad de Tiberias respecto a este día.
Escribe Rabbenu Hayim Vital z”l (s. XVI) que vio a su maestro, el sagrado Ari z”l visitar la tumba de Rabí Shimon bar Yojai y su hijo Rabí Eleazar el día de Lag BaÓmer y permaneció allí con su familia por tres días, esto ocurrió en su primera visita desde Egipto (pues el Ari z”l quedó huérfano de padre y fue con su madre a vivir con su tío en Egipto), sin embargo no se –escribe Rabbenu Hayim- si el Ari z”l ya había alcanzado la inmensa sabiduría que posteriormente alcanzó. El gran rabino Yehonatán Sagues ( z”l ) que antes de ir a estudiar con el Ari z”l, este llevó a su hijo pequeño de tres años junto a toda la familia y allí le cortó el cabello como era costumbre hacerlo y dedicaron aquel día a comer y alegrarse. Continúa escribiendo Rabbenu  Hayim Vital (z”l) que escribió todo esto para señalar que existen fundamentos para esta costumbre. 
El gran erudito Rabí Yona Nabon z”l (maestro del gran Hid”a, quien a decir de su alumno no dejó otro comentarista tan ilustrado como él y era considerado uno de los más grandes sabios y cabalistas de Jerusalem y falleció tempranamente a la edad de 47 años, el año 1760) escribió que en la ciudad de Jerusalem se acostumbra a incrementar alegría el día en que se corta por primera vez el cabello al niño, como demostración de cariño al precepto de no rasurar los lados –parietales- de la cabeza, por lo que le dejan al niño las “peot”, como dice el vers. “No rasuraréis los lados de vuestras cabezas”.

Fuentes: La Halajá diaria, Comunidad Judía de Tenerife.