Rav. Yerahmiel Barylka. |
Reflexiones del rav Yerahmiel *
La parashá de esta semana es muy rica en temas y en conceptos, que deben ser estudiados profundamente. Su coincidencia con Shabat Najamú nos obliga a detenernos, por un instante, para encontrar consuelo en el dolor provocado por la destrucción. El sufrimiento que no hemos podido superar, pese a que Israel se encuentra en proceso acelerado de construcción y Jerusalén se encuentra en su esplendor.
Relata el Talmud en Ma[l]cot 24 b
que Rabán
Gamliel, Rabí Eleazar ben Azarya, Rabí Iehoshúa y Rabí Akiva subieron a Jerusalén y al llegar a
Har Hatzofim, rasgaron sus ropas (en señal de duelo). Cuando alcanzaron el
Monte del Templo, vieron a un zorro que salía del lugar del Kodesh Hakodashim
el -Sancta Sanctórum-. Empezaron todos a gemir y Rabí Akiva reía. Le preguntaron: ¿Por qué
sonríes?, y él les respondió ¿Ustedes, por qué lloran? Le contestaron: sobre
este es lugar está escrito «y el extraño que se acerca debe morir» (Bemidbar 1) y ahora los zorros caminan sobre
él, ¿cómo no vamos a llorar? Rabí Akiva les contestó: por eso río, como esta
escrito en Ieshayahu
8 «voy a atestiguar con testigos fieles, con Uria el cohen y con Zejaria ben
Ievarjihu». ¿Por qué está
Uria junto a Zejaria? Uria vivió durante el Primer Templo y Zejaria durante el
Segundo. El motivo es que están conectados por un versículo de la profecía de Zejaria
y con el de la profecía de Uria. La profecía de Uria está escrita en Mija 3:
«Por tal razón, por su culpa, Sión será arada como un campo, Jerusalén se
convertirá en una pila de escombros y el Monte del Templo será como montes
cubiertos de bosque.» En Zejaria está escrito (Zejaria8:4) «Así dijo el D-os de los
Ejércitos, todavía se van a sentar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén
y el hombre con su apoyo en su mano por su longevidad. Y las calles de la
ciudad se llenarán de niños y niñas que jugarán en sus calles.» Hasta que no se
cumplió la profecía de Uria temí que no se iba a cumplir la profecía de
Zejaria, pero ahora que se cumplió la profecía de Uria, sé que la profecía de
Zejaria se cumplirá. Ellos le dijeron: “Akiva, nos consolaste”: “Akiva, nos consolaste”.
La lectura semanal comienza con una
muestra del diálogo sin intermediarios entre Moshé y H', cuando aquel implora –vaetjanan -. Para Moshé igual que para todo
creyente, la plegaria es una manera de diálogo entre la persona y H'. Uno
habla, el Otro escucha y responde.
Sinagoga del Hotel Reyes. Jerusalem./RAFAEL BEN-ABRAHAM BARRETO |
Ese diálogo que, a veces se produce
inconscientemente, es una plegaria. Fue llevada a cabo por el pueblo judío
desde la primera destrucción y el primer exilio también en referencia al
pedido, casi la exigencia del pueblo a H', para que permita el regreso a Sión,
la llegada de Mashiaj, y la reconstrucción del Templo.