viernes, 5 de junio de 2015

¿A quién quieres engañar?

Elías Daye

Muchos de nosotros, poseemos la mala costumbre de engañar. Lo practicamos día a día, sin darle la verdadera importancia y entendemos que no reviste mayor gravedad (los motivos son por conveniencia, para justificarnos, o porque creemos que así ganaremos más dinero). Sin embargo, hacerlo se transforma en un efecto boomerang en el cual uno termina engañándose a sí mismo. Esa reiterada forma de pensar y de proceder va perforando nuestro verdadero yo, y nos va llevando a perder nuestra identidad, fruto de la imaginación negativa que nos convence en cada momento. 
El querer seguir procediendo de esa forma nos lleva a un camino de una real confusión. En esto también influye el ambiente en el que el individuo se rodea, ya que ello incide en el desarrollo de este defecto y provoca a su vez una obstaculización del crecimiento mental y espiritual.
Volver hacia las fuentes del judaísmo y de nuestra verdadera personalidad es recuperar la identidad. Ello no solo requiere un cambio personal, sino también social. El trabajo para reconstruirnos, se va logrando con el estudio del Talmud, haciéndolo en forma progresiva, ya que así como lentamente nos fuimos alejando, del mismo modo es el acercamiento.
Para empezar éste proceso es necesario una toma de conciencia y reconocer que nos equivocamos y que el camino que estamos transitando, no nos conduce a ningún destino. Por lo tanto, se nos hace necesario, comenzar a repararnos y construirnos para lograr un sano crecimiento. Es así que darle la real dimensión a la situación y cambiar en la práctica, nos llevará al bien que tanto anhelamos. Decir la verdad, no sólo nos tranquiliza, sino que nos vuelve más auténticos y nos hace sentir mejor.
Pensémoslo.

El liderazgo de Moshé

Hoy reproducimos el mensaje del Rav Yerahmiel Barylka acerca de la parashat de esta semana.

Queridos javerim: Shalom!
La lección de esta parashá se basa en las acciones de Moshé, que no veía en las rebeliones y acontecimientos descritos, ninguna amenaza a su liderazgo. Ni experiencias proféticas como las de  Eldad y Meidad ni las acusaciones de Miriam, ni reconocer que hay normas que no entendía, ni ofrecer a Itró permanecer como asesor, hicieron mella en él. La fuerza de Moshé estaba en su capacidad de contener y administrar a todas las necesidades del pueblo, manteniendo la convicción de que el verdadero liderazgo no teme el empoderamiento de la gente, ni la fortaleza espiritual, política, social o económica de los individuos, para impulsar cambios positivos de las situaciones en las que viven, aun cuando no estuviere de acuerdo con ellas. Sólo los grandes pueden ser como Moshé "que era... muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la superficie de la tierra".La humildad es la que le concedió la posición de fuerza que le sirvió para canalizar los impulsos del pueblo a mayores alturas como derivadas de la cadena ininterrumpida de la fuente original.
Shabat Shalom,
Yerahmiel

Sinagoga Rambam. Madrid.

jueves, 4 de junio de 2015

Parashat Bahaaloteja

Rav Yerahmiel Barylka.

Reflexiones del Rav Yerahmiel Barylka*



El Talmud nos enseña en Shabat a fines del folio 115 b y a inicios del 116, que la frase “cuando el arca se movía, decía Moshé” de la lectura semanal, que el Santo bendito sea le puso señales arriba y abajo (veamos Bemidbar 10: 35 y 36 Cuando el arca se movía, Moshé decía: Levántate, .A., y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen. Y cuando ella se detenía, decía: Vuelve, .A., a los millares de millares de Israel”) que comienzan y terminan con la letra Nun invertida, que son como dos corchetes que nos dan a entender que se trata de un texto diferente. O como dice la guemará, que éste no es el lugar que le corresponde a estos versículos. 


Dijo Rabí, no es por eso sino, porque (los versículos) constituyen un libro aparte. Con quien coincide la afirmación hecha por rabí Shmuel ben Najmani en nombre de Rabí Ionatán según el la cual la frase la “La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas.” que encontramos en Mishlé 9:1 se refiere a los siete libros de la Torá (que el texto de la Torá forma siete libros y no cinco). Rabán Shimeón ben Gamaliel, sin embargo, enseñó que algún día esa sección será sacada de donde está puesta y llevada donde debe estar. ¿Entonces porque está ahí? para separar el primer infortunio del segundo. ¿Cuál es el segundo infortunio? “Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de .A.; y lo oyó .A., y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de .A., y consumió uno de los extremos del campamento.” (ver Bemidbar 11:1) y ¿el primer infortunio? 

jueves, 28 de mayo de 2015

Parashat Nasó

Reflexiones del Rav Yerahmiel Barylka*



El Mikdash Mordejai, obra escrita por el rav Mordejai Ilán, explica que hay una conexión muy fuerte entre la cuestión de la Sotá, la mujer sospechada de adulterio y las tribus de esta parashá: La Torá destaca una y otra vez, la idea que esta nación y estas tribus están compuestas por unidades familiares.
La idea es que Clal Israel en su conjunto no es más fuerte que las familias individuales. Es por eso que se inserta la porción de Sotá aquí. La Torá nos dice que cuando la unidad básica de la familia se rompe, se destroza la nación. El autor explica una interesante controversia que encontramos en el Sifre. Al final de la lectura de la parte de la Sota y el Nazir encontramos la Bendición de los Cohanim que termina con la afirmación "... veyasem leja Shalom" (... y os conceda la paz). R. Janina Sgan Hakohanim dice que esto se dedica a la paz en el hogar (Shalom Bayit). R. Natán dice que esto se refiere a la paz a nivel nacional (Shalom Beit David). A primera instancias parece ser una disputa extraña con opiniones totalmente dispares en cuanto a la naturaleza de la Bendición Sacerdotal. El Mikdash Mordejai reconcilia las dos opiniones y muestra que los dos sabios no están discutiendo. Todo el mundo está de acuerdo en que la preocupación es por la paz nacional - la paz para Clal Israel, pero para tener la paz para todos, son necesarios dos tipos de paz; paz con los enemigos en las fronteras, y la paz a nivel nacional. Con el fin de lograr la paz nacional, es también un deber lograr la paz en el hogar individual. 

*Rav Yerahmiel Barylka. Sinagoga Rambam. Madrid.

jueves, 21 de mayo de 2015

Parashat Bamidbar

Rav Yerahmiel Barylka.

Reflexiones del Rav Yerahmiel Barylka*



Recordamos a Najshón, de la tribu de Iehudá, que se lanzó al mar Rojo, antes que todos. Fue una demostración de la fe en el Todopoderoso que inmediatamente lo dividió. El Midrash (también registrado en Baba Batra 91a) señala que Najshón tuvo cuatro hijos, entre ellos Elimélej, marido de Naomi, y Shalmon, padre de Booz. Allí aprendemos que Najshón fue padre y abuelo de dos grandes personalidades en el Libro de Rut, que vamos a leer en Shavuot. El valor y la toma de riesgos, o la falta de ellos, pueden ser vistos como un tema subyacente de todo el libro de Bemidbar en el que se registra la historia de los cuarenta años, durante los que los israelitas vagaron por el desierto. Cuando los exploradores regresan con un informe alarmante sobre la Tierra Prometida y la posibilidad de conquistarla (Bemidbar. 13-14), nuestros antepasados demuestran una total falta de voluntad, fortaleza y fe. Se lamentan, y tiemblan, y no desean seguir con la misión. No están dispuestos a asumir el riesgo de una guerra, para la conquista de la Tierra Prometida.

Najshón en la orilla del Mar Rojo se ve valiente y audaz. Debido a su valor los recién liberados esclavos se salvaron. La notable capacidad de Najshón de asumir riesgos se transmitió a Elimélej y Boaz. El Libro de Rut se cierra con los nombres de diez generaciones de Peretz (hijo de Iehudá) hasta el rey David, y Najshón aparece justo en el centro: Es la figura central entre los patriarcas y la generación de la monarquía que será mesiánica. Pero mientras Najshón y Boaz deben ser elogiados por su toma de riesgos, Elimélej sólo puede ser vilipendiado por su conducta.
Cuando una terrible hambruna desciende sobre Bet Lejem, el hogar de Elimélej, él decide comenzar una nueva vida en la tierra de Moab. Sin lugar a dudas, esto demuestra coraje por parte de Elimélej, la capacidad de correr el riesgo de lo desconocido en un ambiente extraño. 
Como la de todos los migrantes en la historia. Pero su motivación era la codicia. Se negó a compartir su botín con sus parientes muertos de hambre, y estaba dispuesto a dejar su patria y sus raíces ancestrales en aras de su riqueza.
Por lo tanto, no es de sorprendernos que lo golpee la tragedia.
Elimélej muere, y sus hijos, inevitablemente, se casan con mujeres moabitas. Su progenie también muere. Ya no son parte del pueblo.
Por el contrario, Boaz no deja Bet Lejem durante la hambruna. Y cuando surge el reto de hacer un acto misericordia para Naomi y redimir la tierra de Elimélej, y casarse con Rut, una conversa. Boaz asume la obligación financiera y el riesgo social del matrimonio. El descendiente de esta unión resulta ser nada menos que el rey David, de quien emergerá la línea mesiánica.
El riesgo que asumió Elimélej se basa en la codicia, y el abandono de su tradición; y termina en su muerte y destrucción. El riesgo asumido por Boaz estaba basada en la bondad amorosa, y su resultado es la redención.
La dialéctica Elimélej-Boaz es un tema perenne en el mundo judío. El riesgo es positivo, e incluso obligatorio, desde una perspectiva judía. La pregunta que tenemos que hacernos es la motivación, que podamos aportar para determinar el resultado de nuestras acciones.
Shabat Shalom y Jag Sameaj,

Rav Yerahmiel Barylka. Sinagoga Rambam. Madrid.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Cuando Shavuot se inicia en Yom Rishón o a la salida de Shabat

Nos complace reproducir algunos aspectos halágicos acerca de la fiesta de Shavuot cuando comienza a la salida de Shabat, expuestos por el Rav Yerahmiel Barylka, de la Sinanoga Rambam de Madrud. Este año, la fiesta de Shavuot comienza inmediatamente al culminar el Shabat Bemidbar (23 de mayo). Sugerimos recordar a qué hora culmina Shabat. Shavuot termina en la diáspora el lunes 25 de mayo por la noche. Por lo que el primer día de Shavuot es el Iom Rishón -domingo-.
Las discusiones sobre la interpretación del versículo que indicaba que la cuenta del Omer debía hacerse al otro día del Shabat, que nosotros interpretamos era el descanso del primer día de Pesaj, influenciaron en otros credos para los cuales la fiesta de Pentecostés acaece necesariamente en día domingo. Sin embargo para los judíos esa fecha puede caer en otros días de la semana, según haya sido el día en el cual acaeció Pesaj. El día en el cual recordamos la
recepción de las tablas de la ley se ha decidido por la Torá oral.Este año, tenemos que tomar en cuenta que el viernes en la víspera del Shabat es necesario preparar una vela que pueda durar por lo menos hasta la salida del Shabat para que de ella se pueda tomar fuego para encender las velas de la festividad y eventualmente cocinar.

Eterna e inmutable

Cuando nos encontramos en la antesala de Shavuot, la Fiesta de las Semanas o de la recepción de la Torá por el pueblo de Israel en el Monte Sinaí, reproducimos este artículo sobre la trascendencia de este acontecimiento histórico para el Pueblo Judío, que pese al tiempo transcurrido mantiene su primigenia frescura y actualidad. La fiesta de Shavuot tiene lugar este año desde la salida de Shabat (23 de mayo) hasta una hora después de la puesta del sol del próximo lunes (25 de mayo), en la diáspora. En Israel se celebra un solo día.
Una y solo una vez en la historia de la Humanidad se reveló D-s a un pueblo y anunció su voluntad. El pueblo de Israel recién nacido recibió el mensaje de la Divinidad antes de emprender su trayecto hacia Eretz Israel. Una población de algo más de 600.000 hombres, además de mujeres y niños fueron testigos, en las inmediaciones del monte Sinai del mayor acontecimiento de la historia, el encuentro ante el Todopoderoso y sus criaturas.
El pueblo de Israel recibió los 613 preceptos o mitzvot. De los gentiles, D-s exige 7. Con ello suman 620. El valor numérico del versículo que expresa el reinado eterno del Supremo: D-s reina, reinó y reinará para siempre () es también 620. Este es asimismo el número de los 10 mandamientos. Los nombres de los padres de las 12 tribus suman igualmente 620. Sobre este particular, Vidal Elgozy escribe que “la Torá no es sólo un libro de leyes. Tampoco de historia, no de ciencia, de profecías, pero es todo a la vez, tal que ninguna sabiduría le es ajena”.
“La Torá nos fue entregada después de más de 2.000 años de la creación, pero en realidad-añade Elgozy-la precedió. Nuestros sabios nos dicen que D-s observó la Torá y creó el mundo. La Torá es pues, el plano del que D-s se sirvió para crear el universo. Es más, es el soporte con el cual D-s sostiene el globo, pues éste retornaría al caos si durante un  solo instante no se estudiase la Torá en ninguna parte. La existencia del mundo estaba condicionada a que Israel recibiera la Torá el 6 de Siván. Al final de la creación, nos relata el versículo así: “Y fue la tarde y la mañana el día sexto (Bereshit,1).  La palabra ha shishi, el sexto, figura con el artículo determinado a diferencia de los días precedentes, primero, segundo…ejad, sheni. Esto hace alusión al sexto día del mes de Siván, día en el cual, la creación consiguió su definitivo certificado, al haber recibido Israel la Torá.
Uno de los principios de la fe judía es la inmutabilidad de la Ley. Igual que D-s no cambia, su voluntad es invariable.
La Torá escrita está sintetizada y sus palabras están medidas. Es intocable, inalterable, tal es así que basta que falte una sola letra o signo en el Sefer Torá, para que no sea válido. La oral, en cambio, es extensa y se desarrolla continuamente. Es una sabiduría viva, dinámica, en la que cada uno puede renovar en el marco de ciertos fundamentos. Los grandes eruditos, según explica Vidal Elgozy, pueden y deben dar respuesta a los problemas que surgen en cada época. Los avances en los diferentes dominios de la ciencia y tecnología lo exigen. Los Hajamim son capaces de estudiar, comparar y concluir dictámenes en todos los terrenos de la vida. La Halajá se pone siempre al día y trata de temas contemporáneos como empleo de microondas, trasplantes de órganos, fertilización artificial, etc. La Torá es inmutable pero se actualiza.
Reformas y modificaciones en la Halajá suponen la demolición de los cimientos del Judaísmo. La venta de conversiones ficticias por quienes se disfrazan de Rabinos es un fraude público.
Vidal Elgozy precisa que “nuestro deber es renovarnos a nosotros, no la Torá. La rutina es uno de los mayores enemigos del pueblo judío religioso. Hemos de cumplir las mitzvot con el mismo afán y entusiasmo, como si hoy fueran dadas”.
Los preceptos son para nuestro buen. El Creador sabe lo qué nos conviene y nos dio la Torá y las mitzvot para beneficiarnos en este mundo y en el venidero.

La Fiesta de las Semanas

Shavuot significa literalmente semanas, propiamente Hag Hashavuot, fiesta o festividad de las semanas; el segundo de los tres festivales de peregrinación que los judíos celebramos cada año el 6 de Siván. En Israel sólo se celebra un día (6 de Sivan), y en la diáspora dos días (6 y 7 de Siván). El nombre de esta fiesta se sustenta en el mandato bíblico de contar siete semanas desde la segunda noche de Pascua, al día siguiente de la jornada de descanso y celebrar el día 50 como un día santo (Vayikrá 23:15-16,21); (Devarim 16:10): de ahí el nombre popular no judío Pentecostés (del griego, día 50). Shavuot tiene otras denominaciones como Jag Hakatzir; fiesta de la cosecha, cuando finaliza la recolección de la cebada y comienza la estación de la cosecha del trigo (Shemot 23:16); Yom Habicurim o día de las primicias, cuando la ofrenda de los primeros frutos de la cosecha se llevaban al Templo (Bamidbar 28:26); (Shemot 34:22-23:16): (Vayikrá 23:17) y Atzeret concluyendo la Asamblea Solemne de los rabinos que consideraron como un proceso continuo de la redención, de la liberación física del pueblo de Israel desde Pesaj hasta la libertad espiritual obtenida en Shavuot a través de la entrega de la Torá. De hecho, de acuerdo con los rabinos, esta fiesta conmemora también el acontecimiento en el Sinaí que tradicionalmente acorrieron el 6 de Siván y eclipsaron en gran medida los aspectos agrícolas de Shavuot. De esto se desprende la designación rabínica del aniversario Zemán Matán Torateinu o Época de la Entrega de nuestra Ley.