El pasuk: "Y no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo
es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto" (23:9), es un mandato y una invitación a la reflexión. Moshé habla a los sobrevivientes de Egipto, cuando aún sus heridas no terminaron de cicatrizarse, y por su intermedio a nosotros, -sus hijos, muchas generaciones después-, según escribe en su mensaje para Shabat, el rav Yerahmiel Barylka, de la Sinagoga Rambam (Madrid).
En su comentario adicional sobre la parashat semanal señala el rav Barylka que "nos insta a comprender el alma del explotado, que en sus condiciones no siempre puede pensar en la libertad, y nos pide justicia para él, cuando puede salir del infierno en el que se encontraba. El versículo nos enseña además que debemos evitar apesadumbrar, avergonzar, y mortificar a quienes vienen a nosotros deseosos de recibir el yugo de los preceptos y del reino divino y una vez integrados a nuestro pueblo, a amarlos como iguales en sus derechos y obligaciones. No hay distinción entre quienes arriban por búsqueda de sustento o de identidad nacional y el mandato obliga por igual a cada uno, independiente del cargo o el rango que tenga. Del texto se comprende que quienes viven fuera de Israel deben levantar la vista hacia las alturas celestiales, para no dejarse vencer ante las amenazas de quienes siguen colocando a los judíos en la mira, y enfrentarles con el orgullo de la identidad judía, sin dejarse amedrentar por nada ni por nadie y ser orgullosos de la pertenencia al pueblo judío. Ello es particularmente válido en tiempos en los que cada uno tiene un hogar nacional".
Este Shabat se bendice el nuevo mes de Adar. Rosh jódesh Adar acontece tras la puesta del sol del próximo miércoles, 18 de febrero y, en este caso, consta de dos días.