*Rav Yerahmiel Barylka.
El concepto de herencia surge prominente en Parashat Pinjas. Pero la yerusha (herencia) no es simplemente el dinero y los bienes que legamos. En el corazón del concepto de heredad yacen los principios de la permanencia y continuidad. Moshé lo expresa en sus palabras a Israel en las llanuras de Moav: “porque hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad” (Devarim 12: 9). El judaísmo rechaza una perspectiva horizontal del hombre, según la cual se conecta sólo a su entorno actual. Nuestra relación no es sólo con esta generación. "Y no con vosotros solos acuerdo yo este pacto y este juramento, sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de .A. nuestro Di-os, y con los que no están aquí hoy con nosotros." (Devarim29:14).
La esperanza es establecer una relación de destino compartido con el pasado, tanto en el nivel nacional como personal, independientemente de la distancia geográfica, porque todos los de Israel son garantes uno del otro, uniéndonos a los acontecimientos que tuvieron lugar hace mucho tiempo o en otro espacio con proyección de futuro.
Las acciones de nuestros antepasados ??nos interesan, debido a la sensación
de la asociación existencial entre nosotros. Abraham y Sara, Itzjak y Rivka, Yaakov, Rajel y Lea, no sólo son los patriarcas y matriarcas de la nación,
sino también nuestros antepasados. Ellos son nuestros abuelos y abuelas - y por esta razón la Torá comparte sus vidas con nosotros. La substancia de una persona en el presente se entrelaza con la historia de sus antepasados ??en el pasado. Uno no crece en un vacío.
Lo que constituye permanencia y crea continuidad es la heredad, ya que permite superar los límites del presente.
Los días del hombre están contados, ya que es corto de días y lleno de tormentos, como la flor que se marchita, como una sombra huye y no permanece, tal el polvo que flota, y el sueño que se va volando. Está aquí hoy y mañana, en el sepulcro. Pero en su herencia sigue brindando continuidad que la muerte no interrumpe.
Lo importante es garantizar el encadenamiento en el plano de los valores, metas y aspiraciones existenciales, que constituyen la verdadera herencia que una persona deja tras de sí.
El lugar de tus padres debe ser de tus hijos.
Shabat Shalom.