Harav Yerahmiel Barylka*
Todos los grandes protagonistas de la historia han intentado que hablemos una sola lengua y obedezcamos una sola voz. Pero, al igual que cada tribu de nuestros antepasados cruzó el Mar Rojo por caminos distintos, entre muros deaguas y unos se veían a otros, nosotros sabemos que la verdadera belleza vital está en la variedad.
Sólo D's es Uno, los seres humanos, tenemos la distinción por nuestra propia naturaleza.
Desde Sargón (como arquetipo) pasando por Alejandro Magno, los emperadores romanos, Napoleón, y de algún modo los grandes imperios actuales, todos los "grandes de la tierra" intentaron eliminar las minorías asimilándolas.
Intentaron volver a la Fiesta de Babel: "Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras" (Bereshit 11: 1). Pero, .A. con su propia mano los confundió y confunde una y otra vez, logrando que "ninguno entienda el habla de su compañero".
El intento de establecer un imperio global no tendrá éxito en imponer su autoridad sobre toda la tierra pese a que "nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer" (Ib. 11:6). Solamente siendo "uno mismo" se logra la verdadera supervivencia.