Harav Yerahmiel Barylka |
Reflexiones del rav Yerahmiel Barylka*
“Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Eshcol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram. Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan” (Bereshit 14: 13-14)
Abram no sólo es un pionero de la Tierra Prometida y el primer hebreo (Ivrí), sino también un hábil guerrero.
Abram acosado reunió a todos los hombres de su familia, un total de 318 hombres. Les animó y los armó bien, y los llevó a la batalla.
Rabenu Bahya ben Asher ben Halawa, nacido a mitad del siglo XIII en Zaragoza y muerto en 1340, dice que sin embargo no tenían ningún entusiasmo para la acometida. Abram se dirigió a ellos de nuevo y dijo: “¿Hay alguien entre ustedes que es pusilánime? ¿Hay alguien que tiene miedo de ir a la batalla? Vuélvase ahora. “... Muchos de sus 318 hombres tomaron su ofrecimiento y regresaron a casa. Sólo unos pocos se quedaron con Abram; uno de ellos era su siervo Eliezer. [“Eliezer” = 318 en Guematria –el valor de sumar numéricamente las letras del nombre].