viernes, 31 de julio de 2015

Diez maneras de rezar y categorías de los preceptos

Shabat, 16 de Av  5773

Shabat, 16 de Av  5775
Shabat Najamú
Parashat Vaetjanan
Devarim 3:23-7:11
Haftará: Isaías 40:1-26



Este Shabat, 1 de agosto de 2015 (16 de av de 5775) leemos la parashat Vaetjanan (“Y le supliqué al Eterno…”). En relación con el primer versículo de esta porción semanal se conviene que existen 10 modos de rezar a D-s. Cada uno de ellos expresa un sentimiento, un estado de ánimo y una expectativa distinta. Estas diez maneras de dirigirnos a D-s son las siguientes: clamor, rogar, acudir, gemir, rezar, cantar, insistir, apelar, ostrarse y suplicar. Esta última expresión, según escribe el rabí Mordejai Babor, “manifiesta una petición de gracia, aunque sea inmerecida. Y esto lo intentó Moshé en última instancia, implorando a D-s que lo indultara”.

Por su parte, el Midrash señala que Moshé realizó 515 rezos, por los que pedía a D-s que lo dejara entrar en la Tierra de Israel. Sin embargo, el Eterno le ordena que no siga insistiendo.
En otro orden de cosas, en esta parashat se alude a los Diez Mandamientos, al cumplimiento de la Tora, de todos sus preceptos y se advierte que la Torá es invariable e inmutable, que no se puede reducir ni ampliar. Es decir que no se pueden agregar ni quitar de sus 613 preceptos o mitzvot (365 negativos y 248 positivos). Viene al caso uno de los 13 principios de la Fe, que señala que “D-s no cambiará ni trocará su ley sustituyéndola por otra”.
Los Diez Mandamientos representan una síntesis de la ideología judía y constituyen la base de la Civilización Humana. Constan de 620 letras alusivas a los 613 preceptos básicos, más los siete que los sabios de Israel  instituyeron más tarde.
Los preceptos se agrupan en tres categorías: los relacionados con las celebraciones o fiestas (Pesaj, Shavuot y Sucot; Rosh Hashana y Yom Kipur), y rituales como el Brit Milá o la Circuncisión, rezar, comer kasher, el Kidush, la Mezuzá..; los relacionados con cuestiones legales vinculadas a la conducta como amar al prójimo, formar una familia, no robar, no matar, no mentir ni difamar, etc., y aquellos decretos que no tienen una explicación aparente como la prohibición de mezclar leche y carne o lana o lino.