viernes, 4 de marzo de 2016

El poder de la audacia

Harav Yerahmiel Barylka*


Ramban pregunta: ¿dónde aprendieron los esclavos las habilidades para diseñar cosas de oro y plata para el mishcán, si su única experiencia era el trabajo servil, con ladrillos y mortero? La respuesta que da está en el "poder de la audacia" expresado en el pasuk (35:21) que dice "vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad".
Tenemos la tendencia a pensar sólo en términos de dinero cuando hablamos de contribuciones, pero este versículo describe dos tipos de tributos: el de quienes son capaces de contribuir con dinero y quienes son capaces de apoyar con sus habilidades y su tiempo.
Cuando la Torá dice "sus corazones los estimularon", significa -según Ramban- que tenían la audacia de presentarse y decir  "no sabemos cómo trabajar con oro o plata, o cómo construir el Mishcán, pero vamos a tratar".
Y lo hicieron, y tuvieron éxito.
El comentario del rabí, filósofo, físico y cabalista catalán Moshe ben Najman, tiene la misma importancia hoy, que cuando lo plasmó hace alrededor de ochocientos años atrás.

Sinagoga Rambam. Madrid.