(21) Éste es el recuento de lo gastado para el Tabernáculo, el Tabernáculo del Testimonio, según la cuenta efectuada por orden de Moisés y bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. (22) Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Jur, de la Tribu de Judá, había hecho todo lo que el Eterno le había ordenado a Moisés, (23) con la ayuda de Aholiab, hijo de Ahisamac, de la Tribu de Dan, hábil escultor y dibujante de tejidos de lino fino torzal, experto en teñido celeste, púrpura y carmesí…
Con esta parashat Pekudé (Shemot 17:17-18-13) finaliza el ciclo de la lectura del Segundo Libro del Éxodo o Shemot y en ella se nos explica todo sobre la inauguración del Tabernáculo, como adelantamos en una entrega anterior.
Siguiendo con nuestro breve y modesto comentario de la
parashat, nos hacemos eco del estudio que de la misma hace el rabí Mordejay
Babor, quien señala, entre otras cosas, que “de manera oculta están marcadas
aquí las cifras de los años que durarán en pie los dos santuarios mayores-los
beth hamikdash-erigidos muchos años más tarde. El primero duró 410 años,
exactamente lo que suma la palabra Mishkán y el segundo estuvo- hasta ser
destruido-420 años, equivalentes a la suma de las palabras el Mishkan, más sus
cinco letras. Es para señalar esta velada revelación que el versículo repite
dos veces la expresión Mishkán, aludiendo a los dos templos que existirían”.