domingo, 12 de agosto de 2018

"Los jueces son para ti"


“Jueces y Policías has de instalar”. La administración de justicia y la defensa de los derechos humanos conforman un valor esencial del Judaísmo, según se desprende del contenido de la parashat que leemos esta semana Shofetim (Devarim 16:18-21:9). Cuando la humanidad se encontraba todavía inmersa en el oscurantismo político y social, regida por los que detentaban el poder de la fuerza bruta, la Torá ya legislaba al pueblo de Israel con las reglas básicas de la Justicia y el Derecho.
Según escribe el rabí Mordejai Babor, “hay gente que considera que las leyes de la justicia son para los demás. Por esto, la Torá señala que “los jueces son para ti”.
La institución jurídica judía consta de tres cuerpos legislativos: la Corte Suprema de Justicia (Sanhedré Guedolá), integrada por 71 miembros y tenía su sede en Jerusalem; el Tribunal General (Senhedré Ketanna), con 23 magistrados; y el Juzgado Común (Bet Din), compuesto por tres jueces y rige en cada población. Esta última institución pervive hasta hoy en día y es competente en  los asuntos civiles y económicos, así como de otra naturaleza.
Por otro lado, a grandes rasgos, cabe señalar que la parashat de esta semana comprende una serie de pautas en la aplicación de las garantías procesales derivadas de la instrucción y desarrollo de un juicio, de tal manera que prohíbe la aceptación de sobornos y las preferencias en el juicio, la prevaricación. Regula los requisitos indispensables para la celebración y validez de un juicio, con la presencia de testigos.


domingo, 5 de agosto de 2018

"Mira que hoy pongo ante vosotros una bendición y una maldición"


“Mira que hoy pongo ante vosotros una bendición y una maldición. La bendición es válida si cumplís mis mandamientos del Eterno vuestro D-s que hoy os imparto y la maldición os valdrá si no cumplís los mandamientos del Eterno vuestro D-s y os apartáis de Su camino para ir tras otros dioses que no conocisteis”.
Una de las cuestiones fundamentales que se aborda en esta parashat (Devarim 11:26-16:17) se refiere a los preceptos de carácter social, en lo concerniente a las relaciones de la persona para con su prójimo y de ambos frente a la sociedad y, en este punto, la Torá establece un conjunto de reglas y normas sobre la ayuda mutua, la justicia y la honestidad.
En la vida cotidiana, según señala Meir Tuvy (Centro de Estudios Sefaradíes de Jerusalem), “nos encontramos con personas que tras haber trabajado honradamente durante años, llegaron a una holgada posición económica. Pero al pedírseles ayuda para los débiles o necesitados, se niegan rotundamente. Alegan que el dinero es sólo de ellos y nadie puede obligarles ayudar  a los pobres o prestarles dinero, o apoyar económicamente una obra benéfica”.
Agrega que “Ramban (Najmánides) acota: -Si no se ayuda al necesitado, nos asemejaríamos a los habitantes de Sodoma y Gomorra. El mundo no tendría razón alguna de existir ya que su construcción y existencia se basa en la ayuda mutua y la misericordia-"
“Para evitar que el mundo sea un caos desde el punto de vista social-añade Meir Tuvy-, fueron ordenados en la Torá muchos preceptos con la finalidad de que el hombre ame y ayude al prójimo”.
En esta parashat, además, leemos: “Al cabo de siete años harás remisión, y ésta será la manera de la remisión: Todo acreedor remitirá lo que hubiere prestado a su prójimo, no exigirá de su prójimo o de sus hermanos, por haberse pregonado la remisión del Señor…”. (Devarim 15:1-2)”.

domingo, 29 de julio de 2018

Los mandamientos que el hombre pisa con sus calcañares



“Vehaiá ékev tishmeún” –“Y será cuando escuchares”-, conforme señala Rashi, esta porción Ékev (Devarim 7:12-11:25) se refiere a los mandamientos que el hombre pisa con sus calcañares. Entonces D-s los colmará de bendiciones y guardará el pacto de los patriarcas para darle todo lo bueno. 

Según escribe el Rab Iehoshúa S. Hilu, “el Rey David dice en el Libro de los Salmos (Capítulo 49): -La transgresión de mis calcañares me rodeará- Comentan nuestros sabios que el Rey David dijo:-no me preocupo por las transgresiones graves pues estoy seguro de que me cuido de ellas, pero las transgresiones ligeras que el hombre pisa con sus tobillos son las que me rodearán en el mundo de la verdad-“.
En la Guemará Baba Batra 16 indica el rabí Levi: “El Satán y Peniná, compañera de Janá cuando criticaron el Satán a Job y Peniná a Janá, con fines buenos lo hicieron. Así lo explicó el rab Aja ben Iakov de Papunia: vino el Satán y lo besó en su pie. ¿Por qué lo besó en el pie y no en la mano o en otra parte?
En Yom Kipur, al final de la Amidá decimos el Vidui (Confesión): “Por el error que cometimos ante Ticon el iétser hará”. Todas las transgresiones:¿su origen hay que atribuirlo al instinto malo? Si D-s quiere que hagamos lo bueno, que cumplamos con los mandamientos: ¿cómo es posible que aquí haya creado un ángel para desviarnos del camino recto? Lo cierto es que D-s creó al Satán para que él cumpla con su meta de hacer la voluntad de D-s.

miércoles, 25 de julio de 2018

Inmutable y eterna


Este Shabat (Najamú), que sigue al 9 de Av, leemos la parashat Vaet-janan (“Y le supliqué al Eterno…”). En relación con el primer versículo de esta porción semanal (Devarim 3:23-7:11) se exponen las  10 manera  de rezar a D-s. Cada una de estas maneras expresa un sentimiento, un estado de ánimo y una expectativa distinta. Estas diez formas de dirigirnos a D-s son las siguientes: clamor, rogar, acudir, gemir, rezar, cantar, insistir, apelar, postrarse y suplicar. Esta última expresión, según escribe el rabí Mordejai Babor, “manifiesta una petición de gracia, aunque sea inmerecida. Y esto lo intentó Moshé en última instancia, implorando a D-s que lo indultara”.

Por su parte, el Midrash señala que Moshé realizó 515 rezos, por los que pedía a D-s que lo dejara entrar en la Tierra de Israel. Sin embargo, el Eterno le ordena que no siga insistiendo.
En esta parashat se alude a los Diez Mandamientos, al cumplimiento de la Tora, de todos sus preceptos y se advierte que la Torá es invariable e inmutable, que no se puede reducir ni ampliar. Es decir que no se pueden agregar ni quitar de sus 613 preceptos o mitzvot (365 negativos y 248 positivos). Viene al caso uno de los 13 principios de la Fe, que señala que “D-s no cambiará ni trocará su ley sustituyéndola por otra”.
Los Diez Mandamientos representan una síntesis de la ideología judía y constituyen la base de la Civilización Humana. Constan de 620 letras alusivas a los 613 preceptos básicos, más los siete que los sabios de Israel  instituyeron más tarde.


Tres categorías

Los preceptos se agrupan en tres categorías: los relacionados con las celebraciones o fiestas (Pesaj, Shavuot y Sucot; Rosh Hashana y Yom Kipur), y rituales como el Brit Milá o la Circuncisión, rezar, comer kasher, el Kidush, la Mezuzá..; los relacionados con cuestiones legales vinculadas a la conducta como amar al prójimo, formar una familia, no robar, no matar, no mentir ni difamar, etc., y aquellos decretos que no tienen una explicación aparente como la prohibición de mezclar leche y carne o lana o lino.

jueves, 12 de julio de 2018

"El que formula un voto se predispone a la transgresión"


Con la parashat Matot-Masé (Bamidbar 30:2-36:13) que leemos esta semana concluye la lectura del cuarto libro de la Torá, Bamidbar (Números), y la misma comienza aludiendo a las leyes relativas a las promesas, votos y juramentos que fueron hechos por Moshé a las cabezas (matot) de las tribus de los hijos de Israel. En este aspecto cabe preguntarse, según escribe el rabí Mordejai Ben Moshé Maarabi, qué necesidad tenía Moshé de transmitir, “especialmente”, esta parashat concerniente a las promesas a los líderes de las tribus de Israel. 

Este aspecto lo explica el sabio Rabí Moshé Sofer, autor del “Jatam Sofer” (1762-1839), quien le da el siguiente sentido: es costumbre que “rashé hamatot”, los dirigentes y askanim en general, prometen y aseguran a las multitudes diferentes promesas grandes y pequeñas, e incluso hasta se juramentan por el cumplimiento de sus palabras, y resulta al final que no cumplen siquiera una ínfima parte de sus promesas, alegando vagos motivos y falsas excusas. Una amarga realidad es, que precisamente, quienes dirigen a una comunidad, quienes deberían ser ejemplo y servir de modelo al pueblo tanto en sus actos como en sus atributos, se permiten ellos mismos alterar sus compromisos, borrando aquellas promesas formuladas en público ante su pueblo. En consecuencia, la Torá se dirige y previene rigurosamente y solemnemente a cada uno de las cabezas de las tribus: “No ha de violar su palabra conforme a todo lo que saliere de su boca deberá hacer”.
Así las cosas, todo líder de Israel debe ser especialmente cuidadoso y afinar permanentemente su propio sentido de la audición, para escuchar muy bien, todas aquellas cosas que son dichas sobre él, en los más variados espectros de la comunidad y tomar conocimiento de las necesidades inmediatas que requieren las masas por él lideradas; “y así, de acuerdo a su capacidad de escucha, sostendrá e incrementará en todo momento su actuación para el bien del pueblo, de su comunidad y de todos sus integrantes”.
En el Talmud Babli, Nedarim 20, se detalla: “No te acostumbres a hacer votos y promesas. Finalmente, dejarás de cumplir tus juramentos”.
“El que hace votos es como si pecara, porque está escrito: Y si dejas de hacer votos, no tendrás transgresión” (Devarim, 23:23). O sea, el que hace un voto se predispone a la transgresión, según el tratado de Nedarim 77 (Talmud Babli o de Babilónico).

domingo, 8 de julio de 2018

El día más triste del calendario judío


Tishá B’Av acontece, este año de 5778 , desde el atardecer del Sábado, 21y domingo, 22 del presente mes de julio. Es decir, comprende desde la salida de Shabat y se prolonga durante todo el día siguiente hasta una hora después aproximadamente de la puesta del sol.
Ha Kotel Maaraviv./R.B-A BARRETO
El 9 de Av es observado como día de luto nacional, y rige como taanit tzibur, en el que se abstiene de comer y beber, tras la seudá mafsequet. La hora prevista para aceptar el ayuno (judíos observantes) es a las 21:06 horas aproximadamente, en Tenerife. El ayuno concluye al día siguiente a las 21:30 horas aproximadamente. En esta ocasión se aplican todas las normas relativas al duelo familiar, que incluye la prohibición de afeitarse o calzar zapatos de cuero y mantener relaciones maritales. Tampoco se intercambian saludos. En el rezo de la mañana no se usa talet ni se colocan tefilin, pero sí en el rezo de minjá o de la tarde. Que tengamos un ayuno fácil y que D-s nos depare la construcción del III Templo de Jerusalem en estos días.
Tishá ve Av equivale literalmente al noveno día del mes de Av, día de ayuno del quinto mes (Zacarías 7:5, 8:19), que se observa como taanit tzibur, uno de los ayunos públicos. Tishá ve Av es el día más triste del calendario hebreo, y sirve como punto culminante de las tres semanas de duelo que comienzan el 17 de Tamuz (ayuno de Shivá Asar Betanuz) y que recuerda la destrucción del primero y segundo templos. El Bait Rishón, el Primer Templo, que fue destruido por los babilonios bajo el mandato de Nabucodonosor, el 9 de Av, en el año 586 antes de la Era Común; y el Bait Sheiní, Segundo Templo, que fue incendiado por los romanos, bajo las órdenes de Tito, en la misma fecha del año 70 de la Era Común. El ayuno se observa desde la puesta del sol hasta una hora después de la puesta del sol del día siguiente, junto con las restricciones aplicables al duelo familiar, que incluye la prohibición de afeitarse o calzar zapatos de cuero, mantener relaciones maritales y no se intercambian saludos.

lunes, 25 de junio de 2018

Moshe vs Bilaam


Balak intenta destruir al pueblo de Israel, sabe que no podrá lograrlo mediante la guerra porque D-s está con ellos. Recurre entonces a Bilam, profeta de los gentiles que llegó a alcanzar el mismo grado de sabiduría y profecía como Moshe Rabenu.
Entendía Balak, según escribe Jack Suli, que podría por ello maldecir al pueblo elegido en el instante preciso que existe en cada día, que todos ignoraban, pero que sólo Bilam conocía. Hay un instante en el día que todo aquello que se pide se cumple. Y Bilam, sabedor de ello, lo intentó. Suli indica en su comentario de la parashat (Bamidbar 22:2-25-9) de este Shabat que “cabría preguntar por qué D-s concedió profecía a un malvado”. La respuesta reside en que el Todopoderoso demostrando Su equidad, de la misma manera que dio a Moshe Rabenu como profeta de Israel, así también dio a Bilam como profeta de los gentiles”.
Por su parte, Harav Yerahmiel Barylka, escribe que "esta parashá es tan importante que provocó una discusión entre nuestros sabios si debía o no ser incluida, toda o parcialmente, en la lectura cotidiana del Shemá, que finalmente no se autorizó. En la profecía de Bilam (23:22), hay referencia al Éxodo de Egipto y al reinado Divino y ella hubiera podido reemplazar la parashá de los tzitzit cuyo objetivo es similar, opinaron algunos. Según otros, su inclusión en la lectura diaria hubiera contestado a quienes mofándose querían afirmar que fue Bilam quien la incluyó en la Torá y no Moshé. Pero, prefiero pensar que independientemente de las razones de la exclusión, sean técnicas o estructurales, las palabras de Bilam ocupan un lugar fundamental en nuestra memoria histórica. Sus intenciones se vieron frustradas, porque confió que iba a encontrar al pueblo debilitado y en esa instancia hubiera podido maldecir y dañar”. 

Ma tovu

Agrega Harav Baryka que “estas profecías, tan importantes, no fueron proferidas por Moshé ni por ninguno de los profetas descendientes de Abraham sino por quien, nacido fuera del pueblo de Israel, alcanzó a ver lo que muchos miembros del mismo no verían jamás. Lo que percibió Bilam, no lo vieron los miembros de la generación del desierto. Su "ma tovu" es usado por nosotros en el comienzo de nuestras plegarias cotidianas al extremo que al pronunciarlas nos olvidamos de su autor. De Bilam aprendemos que la profecía no fue conferida con exclusividad al pueblo de Israel, que la revelación proviene de fuente divina y que no se trata de adivinación ni de predestinación. Hay en las profecías que hoy ya no tenemos, un factor subyacente y es que la libre determinación de los individuos acerca de quienes se realiza la profecía, influye en el tiempo y en el modo de su cumplimiento”.